Luz al final del t¨²nel

El esc¨¢ndalo que sentar¨¢ a Gabriel Ca?ellas en el banquillo se centra en la concesi¨®n por el Gobierno balear, en 1988, de la construcci¨®n y explotaci¨®n del t¨²nel de peaje de S¨®ller (en Mallorca) a una empresa encabezada por el financiero Antonio Cuart, socio privado de Ca?ellas en Salinera Espa?ola, extremo que aqu¨¦l reconoci¨® en 1990, cuando EL PA?S desvel¨® la vinculaci¨®n mercantil de ambos, consejeros a la vez de aquella sociedad.Cuart elabor¨® las bases del concurso p¨²blico y concert¨® con Ca?ellas, seg¨²n el fiscal, el pago de 50 millones por el trato de favor recibido, toda vez que su oferta no fue la mejor puntuada por los t¨¦cnicos. Siempre seg¨²n la acusaci¨®n, parte de ese dinero pas¨® al control personal de Ca?ellas a trav¨¦s de la Fundaci¨®n Islas Baleares, creada y presidida por ¨¦l mismo. El resto se reparti¨®, supuestamente, entre personas afines al PP balear, desde militantes a diputados auton¨®micos, pasando por consejeros del Gobierno balear.

Los c¨¢lculos del adjudicatario indicaban que recaudar¨ªa cerca de 50.000 millones en los 30 a?os de concesi¨®n privada de la mayor obra de infraestructura var¨ªa jam¨¢s acometida en las islas.

La constructora de Cuart, sin musculatura econ¨®mica, quebr¨® sin concluir el t¨²nel y la polic¨ªa judicial detect¨® un supuesto desv¨ªo irregular de 140 millones de pesetas y la existencia de una factura falsa por id¨¦ntica cantidad.

A¨²n no se ha logrado desvelar quien retir¨® un malet¨ªn con 72 millones en billetes de 10.000 pesetas de un banco de Palma.

Blanqueo de fondos

Desentra?ando quienes fueron cobradores de talones del t¨²nel, los cambios y las salidas de caja, los polic¨ªas identificaron pagos a empresas de publicidad y a suministradores electorales e ingresos en las cuentas oficiales de la organizaci¨®n del PP. Dos tr¨¢nsfugas que ayudaron al PP tambi¨¦n ingresaron fondos.El blanqueo del dinero se realiz¨®, supuestamente, en maniobras de fraccionamiento y atomizaci¨®n, dispersando a lo largo de 11 meses el total de los supuestas comisiones. Cuando la polic¨ªa y Hacienda libraron al juez el an¨¢lisis contable de las maniobras bancarias, en julio de 1995, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar oblig¨® a dejar su cargo de presidente a Ca?ellas, y el de secretario general al supuesto cajero de la operaci¨®n, Jos¨¦ Antonio Berastain. Ambos siguieron, no obstante, en pol¨ªtica como diputado y consejero, respectivamente.

El PSOE denunci¨® inicialmente al fiscal jefe de Baleares el supuesto esc¨¢ndalo, pero su escrito fue archivado. Posteriormente, IU ejerci¨® la acusaci¨®n particular e impuls¨® el sumario por el que el pagador Cuart, Ca?ellas y sus colaboradores se sentar¨¢n en el banquillo.

El fiscal intentar¨¢ probar que la trama fue urdida por Ca?ellas, imputado tambi¨¦n en el a¨²n no juzgado caso Calvi¨¤, intento de soborno de un concejal socialista para conseguir la alcald¨ªa de esa localidad, en la que se desarrollaban importantes proyectos urban¨ªsticos.