La gimnasia, entre los despidos y el estilo
Mar Lozano, ¨²ltima 'v¨ªctima' de los recortes del presidente de la Federaci¨®n Espa?ola
La Federaci¨®n Espa?ola de Gimnasia ha pasado de lograr medallas a sumar despidos. Los ¨¦xitos no han impedido que los conflictos con entrenadores se hayan sucedido desde los Juegos de Atlanta y especialmente desde la reelecci¨®n del presidente federativo, Jes¨²s M¨¦ndez. El se justifica diciendo que es cuesti¨®n de criterios y que quiere rendimientos, adem¨¢s de sanear una federaci¨®n que se encontr¨® con un d¨¦ficit de 145 millones. Y que acaba de sufrir un recorte en los presupuestos, como en otras federaciones, de 50 millones. Pero los afectados y otras fuentes, como el Comit¨¦ Ol¨ªmpico Espa?ol, opinan que no se puede tratar tan duramente a t¨¦cnicos que han ganado medallas. Tambi¨¦n es una cuesti¨®n de estilo.Mar Lozano S¨¢nchez ha sido la ¨²ltima entrenadora despedida. Dirigi¨® al primer equipo j¨²nior espa?ol de r¨ªtmica que consigui¨® una medalla de plata en una competici¨®n europea, y posteriormente, desde 1988, al multilaureado equipo nacional absoluto.
La familia Boneva
Mar tambi¨¦n acusa a Emilia Boneva, la seleccionadora nacional: "Ella se llev¨® las medallas y yo aumento las listas de paro". M¨¦ndez s¨ª admite trato de favor -porque se lo pidi¨® la propia Boneva- al tener colocados en la federaci¨®n a la hermana de la seleccionadora -gobernanta de las chicas-, al hijo -ch¨®fer- y a la nuera -tutora de las chicas-. Mar program¨® un embarazo en mayo de 1995 con la promesa de ir a los Juegos de Atlanta el a?o siguiente, pero dicha promesa no se cumpli¨®. M¨¦ndez dice: "Quien decide es la seleccionadora, pero no pod¨ªan ir m¨¢s de dos t¨¦cnicos. Boneva como seleccionadora y para individuales, y Mar¨ªa Fern¨¢ndez para el conjunto".La entrenadora se empieza quejando del agravio comparativo con la ex gimnasta Mar¨ªa Fern¨¢ndez, por cobrar m¨¢s que ella cuando empez¨® a trabajar. M¨¦ndez matiza que mientras Mar entrenaba a las gimnastas individuales, Mar¨ªa se ocupaba m¨¢s del conjunto y que es una cuesti¨®n de criterio lo que percibiese cada una, aunque la primera tuviese m¨¢s antig¨¹edad y mejor curr¨ªculo. "Y no es cierto que cobrase m¨¢s Mar¨ªa, al rev¨¦s. Y s¨®lo por 5.000 o 10.000 pesetas".Mar dice que el presidente se ha vengado por esta reivindicaci¨®n o por no apoyarle en los presupuestos -bas¨¢ndose en la irregular contrataci¨®n de t¨¦cnicos y entrenadores-, o por presentarse a las elecciones sindicales en la empresa como representante de los trabajadores. M¨¦ndez contesta que bastante tiene con ganar sus propias elecciones.
Pero lo peor a¨²n estaba por llegar. Tras Atlanta, Mar se lamenta de que su marginaci¨®n ya fue total. Debi¨® presentar denuncia ante los tribunales de justicia y tras la reelecci¨®n de M¨¦ndez, se la destin¨® incluso a un puesto administrativo, vejatorio, antes de despedirla argumentando hechos falsos. El, presidente dice no haber tenido "ninguna petici¨®n de entrevista." -algo ins¨®lito para la entrenadora, que lo pidi¨® reiteradamente-, y que ella "no cumpl¨ªa en su trabajo".
La persecuci¨®n y caza hab¨ªa terminado. Otra ex gimnasta, Ana Bautista, trabaja con las gimnastas individuales, porque seg¨²n M¨¦ndez "quiero darle aires nuevos a la gimnasia y Mar Lozano es la expresi¨®n de la vieja escuela". Es el cuarto t¨¦cnico despedido en un a?o, con 35 millones gastados, pero M¨¦ndez pone un ejemplo: "Jos¨¦ Alberola estaba en Barcelona, costaba nueve millones y no hac¨ªa nada. La indemnizaci¨®n me ha supuesto 11, pero ya no pagar¨¦ m¨¢s".
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