Parejas

Aquella derecha que en su d¨ªa estaba en Alianza Popular, hoy PP, se escandaliz¨® mucho cuando la ley del divorcio y reuni¨® firmas para evitar la destrucci¨®n de la familia. Cre¨ªan que todo el mundo iba a mandar al cuerno a su c¨®nyuge para entregarse al desenfreno. Esa misma derecha sac¨® a la calle sus recursos escatol¨®gicos para oponerse tambi¨¦n a la ley del aborto porque pensaba que la gente se quedar¨ªa embarazada s¨®lo por el placer de operarse. M¨¢s tarde, cuando se recomend¨® el uso del preservativo, se coloc¨® al lado de la fracci¨®n fundamentalista del Colegio de Farmac¨¦uticos para condenar la venta de condones. ?Qui¨¦n no recuerda las gracias de Fraga sobre el tema?Todo esto, aunque parezca tan antiguo, sucedi¨® anteayer como quien dice, igual que la votaci¨®n contra la ley de las parejas de hecho, siendo sus protagonistas los mismos que ya hicieron el rid¨ªculo con el divorcio, el aborto y los preservativos. No se enmiendan y tienen sus razones. La derecha es que necesita mucha represi¨®n porque est¨¢ imaginando cochinadas todo el d¨ªa. No quieren la ley del divorcio porque son los primeros en usarla. Ni la del aborto, porque son los que m¨¢s la necesitan. Lo del preservativo es una cuesti¨®n ideol¨®gica: les parece humillante. Ahora piensan que si se autorizaran las parejas de hecho, ellos mismos correr¨ªan a amancebarse con personas o animales inconcebibles.

Su actitud negativa no se dirige tanto a fastidiar a la gente normal como a poner freno a sus perversiones. Se tienen miedo, y con raz¨®n, porque es que cuando gozan de un poco de libertad les sale la bestia que llevan dentro y dan el espect¨¢culo. Uno no se imagina con qui¨¦n se arrejuntar¨ªa alg¨²n ministro si pudiera, pero ellos s¨ª. Y les pone los pelos de punta. De ah¨ª su voto en contra, a ver si me entienden.