Luxemburgo, el quiosco digital de Europa

A unos 16 kil¨®metros de la villa de Luxemburgo, en plena campi?a, entre verdes pastos, vacas y granjas, se alza el Castillo de Betzdorf, la sede de Astra, el sistema de sat¨¦lites l¨ªder en Europa, a trav¨¦s de los cuales 67 millones de hogares del viejo continente reciben diariamente centenares de canales de radio y televisi¨®n, entre ellos, los de Canal Sat¨¦lite Digital.Pero tras la buc¨®lica estampa del castillo, una construcci¨®n de principios de siglo, se ocultan tres modern¨ªsimos edificios de cristal y decenas de enormes antenas desde los que 180 operadores de 17 nacionalidades distintas y un idioma com¨²n, el ingl¨¦s, controlan minuto a minuto las se?ales enviadas por los sat¨¦lites y su posici¨®n orbital. Es un mundo aparte, blanco y silencioso, donde reinan las tarjetas de acceso, los tel¨¦fonos m¨®viles, las pantallas y los ordenadores y desde el que se emiten durante 24 horas informaci¨®n y entretenimiento para toda Europa, desde Canarias hasta Mosc¨².

La Soci¨¦t¨¦ Europ¨¦enne de Satellites, operador de Astra, cuenta actualmente con una flota de seis sat¨¦lites -est¨¢ previsto el lanzamiento de otros cuatro antes de 1999- que difunden a 22 pa¨ªses m¨¢s de 250 canales de televisi¨®n digital, 64 canales anal¨®gicos y otros tantos de radio. En Espa?a su expansi¨®n ha seguido la tendencia europea. A finales de 1996, seg¨²n datos de esta empresa, el n¨²mero de hogares espa?oles que recib¨ªan directamente televisi¨®n por sat¨¦lite, ya fuese a trav¨¦s de antena parab¨®lica individual o colectiva, era de 900.000 -lo que representa un incremento del 22% respecto a 1.995- y de ellos, 750.000 (el 84%) recib¨ªan programas a trav¨¦s de Astra.Adem¨¢s, sus responsables calculan que la intenci¨®n de compra de antenas parab¨®licas en nuestro pa¨ªs alcanza ya los 270.000 hogares., lo que supone un aumento del 8% respecto a mediados de 1996. A esta tendencia no es ajeno el lanzamiento el pasado 31 de enero de Canal Sat¨¦lite Digital, la plataforma propiedad de Sogecable (85%) y Antena 3 Televisi¨®n (15%). La experiencia francesa es elocuente: el deb¨² del paquete digital de CanalSatellite -filial de Canal +- en la primavera de 1996 ha hecho que la cobertura de Astra haya aumentado en 400.000 hogares.La empresa espa?ola Canal Sat¨¦lite Digital, que ha contratado siete repetidores digitales en. Astra, mantiene en las instalaciones de Betzdorf a un equipo de operadores espa?oles encargado del control t¨¦cnico de sus emisiones. El proceso de su trabajo es aparentemente sencillo, pero s¨®lo a primera vista. Con unos d¨ªas de antelaci¨®n reciben, v¨ªa ordenador, las parrillas con la programaci¨®n de las diferentes ofertas de Canal. Sat¨¦lite Digital; comprueban que los v¨ªdeos est¨¢n en los archivos -el material es enviado regularmente desde Madrid-, entregan a los operadores de Astra las ¨®rdenes de programaci¨®n de cada uno de los canales y las cintas son introducidas de forma automatizada en unos robots parecidos a grandes y negras cabinas telef¨®nicas -una por cada canal- que leen el c¨®digo de barras impreso en cada cinta y su hora de emisi¨®n y las ponen en los v¨ªdeos.

Esa entrega se realiza en la sala donde se monitorizan las diferentes se?ales de televisi¨®n. Posteriormente, en una sala distinta, otro muro de ordenadores codifica y digitaliza su emisi¨®n. Uno de los t¨¦cnicos espa?oles destacados en Luxemburgo, Eusebio Rodr¨ªguez, para quien "un fallo en la se?al digital ser¨ªa algo tan extra?o como o¨ªr un refrito en un disco compacto" explica que "las pel¨ªculas emitidas en la modalidad de pago por visi¨®n suelen pasarse a disco duro, que tiene una duraci¨®n de 60 horas".

La Soci¨¦t¨¦ Europ¨¦enne de Satellites, que el a?o pasado tuvo unos ingresos netos de 82,5 millones de d¨®lares (casi 112.000 millones de pesetas), supera con creces a sus competidores, Eutelsat e Hispasat, en el mercado europeo de sat¨¦lites. Esta compa?¨ªa anunci¨® la semana pasada la pr¨®xima puesta en marcha de Astra-Net, un sistema de transmisi¨®n de datos v¨ªa sat¨¦lite para ordenadores personales que activar¨¢ de forma considerable la venta de antenas parab¨®licas. En este contexto global de vertiginosos cambios, los obst¨¢culos legales impuestos por el Gobierno espa?ol al despegue de la televisi¨®n digital son considerados por los portavoces de Astra, en esta apacible y gris tarde de Luxemburgo, cuando menos, de "rid¨ªculos".