Guerra afirma que frenar¨¢ los intentos de sus afines por conseguir poder en el PSOE

El vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, parece estar dispuesto a frenar cualquier posibilidad de que sus afines provoquen alg¨²n tipo de enfrentamiento por el poder para el congreso del pr¨®ximo mes de junio. "El 95% de los militantes no quiere enfrentamientos", aseguran que dijo el pasado martes en una reuni¨®n con 10 dirigentes de su sector. Eso s¨ª, los guerristas plantear¨¢n algunos matices diferenciales respecto a la posici¨®n oficial en asuntos concretos como son el Estado auton¨®mico, en primer lugar, y el Estado de bienestar.

M¨¢s que por lo que dijo, los guerristas tienen una impresi¨®n de lo que piensa el vicesecretario general del PSOE por lo que no dijo o por lo que dej¨® impl¨ªcito en un almuerzo celebrado el pasado martes 18 de marzo convocado por el dirigente extreme?o Francisco Fuentes. Lo cierto es que Guerra fue el invitado, ya que los que pasan por ser de su sector desde hac¨ªa tiempo se preguntaban qu¨¦ ser¨¢ lo que piensa Guerra con relaci¨®n al congreso. La mayor¨ªa no le hab¨ªa escuchado en directo desde hac¨ªa meses..El vicesecretario general del PSOE, utilizando la opini¨®n "del 95%" de los militantes, dio a entender que una pelea entre socialistas para el pr¨®ximo congreso ser¨ªa un aut¨¦ntico desastre. En otro momento de la conversaci¨®n, seg¨²n las fuentes informantes, Guerra reconoci¨® que aunque los militantes no quieren peleas, es posible que un sector nutrido de los delegados que vayan al Congreso s¨ª est¨¦ por la labor de no dejar en la direcci¨®n del partido vestigio alguno de guerrismo. Tambi¨¦n en esta reuni¨®n qued¨® claro que el vicesecretario general no ha hablado con Felipe Gonz¨¢lez de su futuro.

La mayor¨ªa de los asistentes a esta reuni¨®n consideraron correcta la posici¨®n de Guerra, aunque preguntados posteriormente aseguran que contribuir¨¢n al consenso en la medida de sus posibilidades, pero no se quedar¨¢n callados si desde la mayor¨ªa se intenta "el exterminio" de todo aquel que tenga la etiqueta de guerrista.

En esta reuni¨®n estuvieron, adem¨¢s del convocante, Francisco Fuentes, otro extreme?o, Francisco Fern¨¢ndez Marug¨¢n; los andaluces Carlos Sanju¨¢n, Carlos Navarrete y ?ngel D¨ªaz Sol; el asturiano Luis Mart¨ªnez Noval; el gallego Salvador Fern¨¢ndez Moreda; el vizca¨ªno Nicol¨¢s Redondo Terreros, y el madrile?o Jos¨¦ Acosta. Tambi¨¦n hubo una representante de Cantabria. Todos ellos parlamentarios elegidos en las listas socialistas.

Entre los reunidos habr¨ªa que establecer una distinci¨®n clara que corresponde, en suma, a las dos concepciones que se dan en el guerrismo. Por un lado, aquellos que son mayor¨ªa en sus organizaciones -esto se da en el norte de Espa?a y en Extremadura-, y que abogan por el entendimiento y la integraci¨®n con las minor¨ªas renovadoras, seg¨²n la antigua terminolog¨ªa.

El segundo grupo lo constituyen los que perdieron el poder a manos de los renovadores y que al sentirse discriminados no les importa plantar batalla dentro de la organizaci¨®n en el pr¨®ximo congreso si se pretende eliminar a los guerristas de la direcci¨®n. Este sector incluso ser¨ªa partidario de que Alfonso Guerra no estuviera en la direcci¨®n si su presencia no fuera en condiciones honrosas. De momento, Alfonso Guerra no participa de la opini¨®n de los segundos y aboga por la integraci¨®n.

A lo que no piensan renunciar los guerristas es a decir en qu¨¦ aspectos pol¨ªticos y program¨¢ticos est¨¢n en desacuerdo con la l¨ªnea oficial. En la reuni¨®n se puso de manifiesto la preocupaci¨®n generalizada por la posici¨®n de los socialistas respecto a la Espa?a de las autonom¨ªas. Los reunidos coincidieron en que, en sus respectivas federaciones, los militantes exigen una definici¨®n clara de su partido frente al modelo de Estado que se va perfilando.