Rivaldo cede la corona a Renaldo
El delantero brasile?o facilita la victoria a un Deportivo muy discreto
En medio de la desdicha personal, Renaldo se ha refugiado en la felicidad del f¨²tbol. Este menudo, casi esmirriado, delantero brasile?o no convenc¨ªa a nadie hasta hace bien poco, aunque Silva se ha cansado de repetir que lo considera un futbolista valioso. Las circunstancias personales tampoco le han sido muy propicias en su nuevo destin¨® europeo, ya que hace un mes se muri¨® su madre y esta misma semana ha tenido que viajar a Brasil despu¨¦s de que su padre cayese gravemente enfermo. El destino le alivi¨® ayer con una gran tarde en Riazor: intervino decisivamente en el primer gol y luego proporcion¨® la victoria al Deportivo con una brillante acci¨®n entre las apreturas del ¨¢rea. Desaparecido su compatriota Rivaldo, la corona recay¨® en Renaldo. ?El resto del equipo? Bastante mal, por cierto, aunque mientras prosiga la racha de triunfos (ya van seis) nadie se va a escandalizar por ello.Ni la impagable ayuda de Ceballos sirvi¨® al Deportivo para salvar una primera ]parte verdaderamente plomiza. Un error del meta del Racing, tras un regate seco y un buen disparo de Renaldo dej¨® la pelota muerta a pies de Martins, y el Deportivo se redimi¨® en un instante de media hora sin un leve asomo de f¨²tbol. Era un premio desproporcionado a todas luces, que la fortuna se encarg¨® de arrebatarle merecidamente al borde del descanso, en otro gol evitable tras una falta que bombe¨® Zalazar y cabece¨® Txema ante la inhibici¨®n de la defensa deportivista. Una de las jugadas favoritas del Racing, que por lo visto pill¨® desavisados a los zagueros locales.
Fuera de los goles, el v¨ªdeo de la primera parte deber¨ªa ser arrojado al fuego. El Racing esparci¨® 10 hombres de la mitad del campo hacia atr¨¢s para cerrarse y presionar disciplinadamente. Nada que no estuviera previsto y todo bastante inofensivo. El Deportivo se abandon¨® a la molicie primaveral y demor¨® todas sus acciones.
La segunda mitad comenz¨® con buenas noticias: regres¨® Fran, ese chico al que es apremiante rescatar para el f¨²tbol. Fran no depar¨® grandes alardes, pero un jugador como ¨¦l siempre ofrece detalles de clase, sobre todo cuando comparece hambriento, como ocurri¨® ayer. El equipo se benefici¨® de ello y mejor¨® ostensiblemente. Aunque el protagonista volvi¨® a ser Renaldo.
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