"El paciente ingl¨¦s" vence a Hollywood

La tormenta del desierto sopl¨® con tal fuerza en la noche californiana que hasta pudo con Lauren Bacall. La gran sorpresa de la noche de los Oscar, la que arranc¨® un incontenible "?Ooohhhh!" de la audiencia, es que ni tan siquiera con medio siglo de retraso la Academia de Hollywood le dio una estatuilla a Bacall, que, a sus 71 a?os, aspiraba a la de mejor actriz de reparto por El amor tiene dos caras. Ese premio tambi¨¦n se lo llev¨® El paciente ingl¨¦s, en concreto la francesa Juliette Binoche, que se gan¨® un aplauso cuando dijo: "No tengo nada preparado; cre¨ªa que Lauren iba a ganar; se lo mereceNueve galardones conquist¨® El paciente ingl¨¦s, una cantidad que iguala la conseguida en 1987 por El ¨²ltimo emperador y que s¨®lo ha sido superada en la historia de los Oscar por Ben Hur y West Side story. El paciente Ingl¨¦s, adaptaci¨®n cinematogr¨¢fica del brit¨¢nico Anthony Minghella de la novela de Michael Ondaatje, cuenta la historia de un conde h¨²ngaro que, gravemente quemado en un convento italiano, recuerda al final de la II Guerra Mundial la tr¨¢gica relaci¨®n amorosa que sostuvo en las v¨ªsperas de ese conflicto con una dama inglesa casada. El filme tiene ese sabor hist¨®rico y literario que tanto parece gustarle a la Academia.

El paciente ingl¨¦s, cuyo costo aproximado fue de 40 millones de d¨®lares (unos 5.600 millones de pesetas), se llev¨® los galardones a la mejor direcci¨®n art¨ªstica, mejor vestuario, mejor actriz de reparto (Juliette Binoche), mejor sonido, mejor montaje, mejor m¨²sica, mejor fotografia, mejor direcci¨®n (el brit¨¢nico Anthony Minghella) y mejor pel¨ªcula. El mensaje de la Academia se escuch¨® claro y fuerte: no le gusta la autopista por la que circulan los grandes estudios de Hollywood, esa obsesi¨®n por producir pel¨ªculas de m¨¢s de cien millones de d¨®lares en las que lo importante es que vuelen las vacas (Twister) o los marcianos destruyan la Casa Blanca (Independence Day).

El productor independiente Saul Zaentz gan¨® as¨ª su tercer Oscar, tras los de Alguien vol¨® sobre el nido del cuco y Amadeus. Fue su tenacidad la que salv¨® del aborto a El paciente ingl¨¦s puesto que, pese a haberse comprometido a ello, 20th Century Fox se neg¨® a financiar el filme d¨ªas antes del comienzo del rodaje en Italia. Fox quer¨ªa imponerle a Zaentz que el principal personaje femenino no lo interpretara la brit¨¢nica Kristin Scott Thomas, sino Demi Moore. Para subrayar la iron¨ªa del caso, Demi Moore y su Striptease ganaron seis de los premios a "lo peor de Hollywood" -los Razzi Awards- que, en paralelo a los Oscar, concede una asociaci¨®n de cineastas y periodistas de Nueva York.

El merecido ¨¦xito de los hermanos Coen y su Fargo, una c¨¢ustica s¨¢tira sobre la Am¨¦rica profunda, remach¨® la apuesta a favor de las productoras independientes y los filmes de calidad de la 69? edici¨®n de los Oscar. Frances McDormand, que encarna en Fargo a una embarazada polic¨ªa rural en la que puede encontrarse un eco femenino de Colombo, se llev¨® con todo merecimiento la estatuilla a la mejor interpretaci¨®n femenina, y su esposo Joel Coen y su cu?ado Ethan, la correspondiente al mejor gui¨®n original.

El fracaso de Tom Cruise

El perdedor por KO de la velada fue Jerry Maguire, la ¨²nica pel¨ªcula que los grandes estudios hab¨ªan conseguido colocar entre las favoritas a los premios gordos. Ni el filme ni el guapo Tom Cruise, que aspiraba a la de mejor actor, se llevaron una estatuilla. El ¨²nico implicado en ese producto tan inequ¨ªvocamente norteamericano que consigui¨® triunfar fue el exuberante Cuba Gooding, que, como estaba previsto, gan¨® el Oscar al mejor actor de reparto. "Te quiero, Tom Cruise, te quiero, hermano", chill¨® Gooding, uno de los pocos artistas negros que han conseguido un Oscar. Su victoria fue la primera de la velada, como para demostrar la falsedad de las acusaciones de racismo que pesan sobre Hollywood.La gala empez¨® con un enjambre tan espectacular como los premios. Ellas llevaron ropas de Chanel, Valentino, Donna Karan, Dior y Armani, de precios situados entre los 30.000 y 50.000 d¨®lares la pieza (entre cuatro y siete millones de pesetas). Ellos, tuxedos -como se llama en EE UU al esmoquin- de Hugo Boss y Armani. Resplandecientes los de Mel Gibson y Tom Cruise.

Mientras que la brit¨¢nica Secretos y mentiras se qued¨® completamente en ayunas, la australiana Shine arranc¨® algo: el Oscar a la mejor interpretaci¨®n masculina para Geoffrey Rush por su encarnaci¨®n del perturbado y genial pianista David Helfgott. Una breve interpretaci¨®n al piano del propio Helfgolt fue otro de los momentos fuertes de la gala.

No gan¨® Esposados, la ¨²nica presencia espa?ola en esta edici¨®n de los Oscar. Como era de temer, le arrebat¨® el Oscar al mejor cortometraje Dear diary, un producto salido de la factor¨ªa de Spielberg que, en realidad, no es un corto, sino un piloto para la televisi¨®n y que era el ¨²nico t¨ªtulo norteamericano entre los cinco candidatos al galard¨®n.

El no ganar no impidi¨® que, ya bien entrada la madrugada de ayer, Juan Carlos Fresnadillo, su equip¨®, representantes del Gobierno canario y un mont¨®n de espa?oles e hispanos de Los ?ngeles bailaran tan contentos en una estupenda villa de Beverly Hills propiedad de un alto directivo de Fox. Y al son de cosas como: "De Granada a Casablanca, / entre ritmo y fantas¨ªa, / un gitano canta y canta, / canta a mi Andaluc¨ªa".