Pasiones vivientes para empezar, jamones para terminar
Cristos que sufren en "play back", Judas lapidados o incinerados y V¨ªrgenes enlutadas jalonan la semana de pasi¨®n de algunos pueblos de la regi¨®n,
Jesucristo comenzar¨¢ su semana de pasi¨®n en la periferia, en Morata de Taju?a, con la multiplicaci¨®n de los panes y los peces. Ser¨¢ la primera escena de la m¨¢s madrugadora de las seis pasiones vivientes que se representar¨¢n en la regi¨®n. En Robledo y Tielmes, el que sufrir¨¢ ser¨¢ su delator, Judas, Iscariote, o mejor dicho, un monigote que lo representa desde lo alto de un tronco y que fenecer¨¢ entre llamas o a pedradas. Entre las procesiones destacan las de El encuentro, en las que las mujeres portan a una Virgen enlutada que se descubre la cara cuando le sale al paso el Cristo resucitado al que acompa?an los hombres.Pasiones vivientes. "Hasta el que no crea en nada tiene que sentir algo aqu¨ª el Jueves Santo, cuando todo el pueblo se queda a oscuras y 300 personas acompa?an a Cristo portando antorchas", asegura Fernando Vilalla¨ªn, uno de los organizadores de la pasi¨®n de Morata de Taju?a, que comienza ma?ana a las siete de la tarde en la cuesta de Arganda. Jes¨²s, en realidad Fernando Mora, un carpintero que junto a su padre, Jos¨¦ Mora, fabric¨® las tres cruces que se utilizan, clama al cielo desde el G¨®lgota en play back, y los efecto especiales incluyen la sangre que mana de sus heridas. Diez escenas con m¨²sica de Bach, Vivaldi, y la banda sonora de Ben-Hur, componen esta representaci¨®n. La m¨²sica y la voz son en lata, ya que, seg¨²n Vilalla¨ªn: "Viene tanta gente que era imposible hacerlo en vivo, no se nos o¨ªa".
Los acordes de Jesucristo Superstar dar¨¢n la bienvenida al s¨¦quito del propio en Villarejo de Salvan¨¦s, donde los 12 ap¨®stoles se sentar¨¢n a cenar el jueves a las 22.30 frente a la iglesia. Los espectadores podr¨¢n ver las nueve escenas sin moverse de all¨ª, incluida la resurrecci¨®n, entre fuegos artificiales. La pasi¨®n de Chinch¨®n es la m¨¢s antigua: cumple 35 a?os este s¨¢bado. A las 20.00, con La ¨²ltima cena, en los soportales de la hermosa plaza Mayor, baja a los huertos para el prendimiento y recorre varias calles.
Orusco (s¨¢bado, 20.30) es el ¨²nico municipio donde los vecinos interpretan sus papeles a viva voz y con trompetas y tambores, y saetas.
Los Judas. Los quintos de Robledo de Chavela pasar¨¢n la madrugada del domingo instalando en la plaza el tronco que sustentar¨¢ al Judas, un pelele de paja rodeado de c¨¢ntaros llenos de golosinas. Poco despu¨¦s del mediod¨ªa morir¨¢ lapidado. Antes, un mozo pregunta a la imagen de Jes¨²s que acaba de encontrarse con la Virgen: "?Qui¨¦n te mat¨®?". Otro contesta, fingiendo ser la talla: "?Aqu¨¦l!", 3, se?ala al Judas. "A pedradas con ¨¦l", corean todos. Tras la lapidaci¨®n, el tronco se corta en trozos que se subastan y el pelele acaba en el pil¨®n.
En Tielmes, el chivato es pasto de las llamas. Los quintos pelan un tronco, le cruzan otro a modo de brazos, los engordan forr¨¢ndolos de ramas y, tras alzarlo en la plaza, le colocan una cabeza de cart¨®n. Cuando la Virgen, que ha salido en procesi¨®n, se desprende del velo de luto por su hijo, el Judas vegetal comienza a arder. Majadahonda tambi¨¦n despide la Semana Santa con la quema del Judas (22.00) en el cerro (le la Mina.
Procesiones de 'El encuentro'. Aunque sin Judas, el Domingo de Resurrecci¨®n son m¨¢s de 70 los pueblos que celebran la procesi¨®n de El encuentro. Un ejemplo es el de Brea de Tajo, donde el repicar de las campanas despierta a los vecinos cuando a¨²n es de noche. Las mujeres llevan a una Virgen enlutada al cerro de Santa Catalina, donde la madre busca al hijo en el cementerio viejo. Al despuntar el alba, llegan los hombres con la custodia y las mujeres quitan el velo a la Virgen. Hay cohetes y aleluyas.
Lavatorios de pies. Al menos tres municipios de la regi¨®n, Braojos, Moraleja de Enmedio y Pozuelo del Rey, conservan la tradici¨®n de lavar los pies a los fieles tras la eucarist¨ªa de la tarde del Jueves Santo (18.00).
Gastronom¨ªa. Adem¨¢s de torrijas, en muchos pueblos. se conserva la tradici¨®n de salir al campo el lunes de Pascua a comer el hornazo, un bollo que lleva en el centro un huevo duro, s¨ªmbolo de la vida, Y que se roc¨ªa con az¨²car. Muchas panader¨ªas artesanas de la regi¨®n, como las de Cadalso de los Vidrios, Titulcia u Olmeda de las Fuentes, preparan centenares de ellos. En La Hiruela se los comen el s¨¢bado, y en vez de huevo los rellenan de matanza. Aqu¨ª el postre t¨ªpico son las hostias, rodajas de naranja o pero que se rebozan en huevo y despu¨¦s se fr¨ªen. Los vecinos de Gri?¨®n, el domingo, despu¨¦s de la procesi¨®n de El encuentro, almuerzan huevos con jam¨®n o con tomate y torreznos para celebrar el, fin de la Cuaresma.
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