El Betis vuelve a la final de Copa
El equipo andaluz sigue en racha y elimina al Celta en un partido jugado dentro de una gran tensi¨®n
Alexis devolvi¨® al Betis a una final de Copa que trabaj¨® de forma lenta, pero segura. Aguantaron los de Serra Ferrer minutos tr¨¢gicos, sufrieron todo el acoso del Celta y apuntillaron cuando la pr¨®rroga parec¨ªa un mal inevitable. Los de Vigo saboreaban una final, la tercera de su historia, la segunda en tres a?os, pero un mal augurio les persigue en la competici¨®n que en 1994 se le escap¨® en los penaltis. Lleg¨® el gol de Alexis y la cruda realidad de la Liga es todo lo que le queda a los de Vigo en los tristes meses que le resta al campeonato. El Betis podr¨¢ combinar su lucha por entrar en la Liga de Campeones con una final de Copa, en la que aguarda pacientemente al Barcelona. Ser¨¢ una final grande.Fue un choque intenso, con toda la electricidad que se le presupon¨ªa; un duelo que defendi¨® el f¨²tbol para los jugadores, sus verdaderos art¨ªfices. Durante los primeros 45 minutos los futbolistas se miraron a los ojos con rabia, no hubo concesiones a la falsa deportividad, cada bal¨®n se pele¨® como si fuera el definitivo, pero no hubo entradas duras. En los bancos, en cambio, los nervios s¨ª afloraron. Ven¨ªa el partido caliente por la acci¨®n que le vali¨® el gol al Betis en el Benito Villamar¨ªn, pero fueron los entrenadores los que enrarecieron el ambiente y ayer cayeron presa de ¨¦l. Antes de que finalizara la primera mitad, los ayudantes de Fernando Santos y Serra Ferrer se encararon y Esquinas Torres los mand¨® a la grada. El resultado fue que toda esa tensi¨®n termin¨® por contagiarse a los futbolistas y el ¨¢rbitro lo solucion¨® a golpe de tarjetas. Las consecuencias fueron las peores para el f¨²tbol.
En ese ambiente tard¨® 20 minutos el Betis en dar se?ales de vida; durante casi el primer tercio del partido sufri¨® el equipo del Villamar¨ªn un ataque constante. Pudo el Celta equilibrar la eliminatoria en esos primeros minutos de posesi¨®n constante; de la pelota y de intimidaci¨®n. El pol¨¦mico gol de Bjelica puso por delante al Betis en la ida, pero tuvo el efecto de convertir Bala¨ªdos en una caldera en donde hirvieron los intentos del Betis de apagar el partido.
Comenzaban a asomar las primeras dudas cuando Ratkovic adelant¨® al Celta. Transcurr¨ªa el minuto 32 y los hombres de Santos a¨²n estaban bajo los efectos de una doble oportunidad de Pier y Alfonso que no acab¨® en la red por razones que escapan a la l¨®gica. Y lleg¨® una falta de las muchas que ha desperdiciado el Celta esta temporada. Pero en el equipo titular se ha hecho un sitio Mois¨¦s, a¨²n m¨¢ximo anotador de Segunda Divisi¨®n. El ex jugador del Legan¨¦s ascendi¨® a las alturas para peinar con suavidad el servicio de Mazinho. Ratkovic s¨®lo tuvo que empujar el cuero.El Celta perdi¨® toda la claridad de ideas que a su ataque aporta Mostovoi cuando Santos decidi¨® sentarle a poco de comenzada la segunda parte. Fue un grave error, que incluso not¨® el p¨²blico al protestar el cambio. Ah¨ª, el Celta comenz¨® a perder el partido. Serra lo vio r¨¢pidamente y devolvi¨® a Roberto R¨ªos, que lo vigilaba, al centro de la defensa, y entreg¨® el bal¨®n en el centro del campo a Bjelica. Recompuso su aspecto el Betis, se sinti¨® c¨®modo y sali¨® beneficiado de la doble expulsi¨®n de Ratkovic y Ure?a con que resolvi¨® Esquinas el primer encontronzo del encuentro. Sin Mostovoi el Celta fue el equipo del mont¨®n que ha aparecido durante tantas jornadas por Bala¨ªdos. Fue cuesti¨®n de tiempo que lo aprovechara el Betis. Lo hizo cuando s¨®lo dos minutos separaban al partido de la pr¨®rroga. Bala¨ªdos, que era un horno de esperanzas desde el gol de Ratkovic, se enfri¨® de decepci¨®n.
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