Falta de prudencia

Javier G¨®mez de Lia?o, juez de la Audiencia Nacional, ha impedido al presidente del Grupo PRISA, Jes¨²s de Polanco, abandonar Espa?a para recibir el doctorado honoris causa de una prestigiosa universidad norteamericana. Dada la personalidad del magistrado y del afectado por su decisi¨®n es inevitable que tal medida se vea rodeada de pol¨¦mica.Nada impide que el juez G¨®mez de Lia?o haya admitido a tr¨¢mite una denuncia, a la que posteriormente se sum¨® una querella, por un presunto mal uso de los dep¨®sitos de garant¨ªa de los abonados de Canal +. Todo el mundo es igual ante la ley, pero la opini¨®n general es que dicha denuncia tiene poco fundamento y que m¨¢s extra?as son a¨²n las diligencias que se han adoptado a ra¨ªz de esta admisi¨®n a tr¨¢mite.

Porque, aunque estas disposiciones no constituyan medidas cautelares, primero se comunic¨® a los afectados la citada admisi¨®n a tr¨¢mite de una forma un tanto at¨ªpica, convoc¨¢ndolos p¨²blicamente a la sede de la Audiencia Nacional, en vez de comunic¨¢rselo v¨ªa procurador. Si no se buscaba la "criminalizaci¨®n" de uno de los primeros grupos espa?oles de comunicaci¨®n, claramente comprometido con el sistema democr¨¢tico, lo pudo parecer. En segundo lugar, la prohibici¨®n a Polanco para que visite Estados Unidos se basa en la afirmaci¨®n, que mueve un tanto a la perplejidad, de que las fechas de referencia "podr¨ªan" coincidir con el momento en que lo llame a declarar.

La desaparici¨®n de la crispaci¨®n posterior a las elecciones generales de hace poco m¨¢s de un a?o no deja de resentirse por tales acontecimientos. Por supuesto, la justicia debe seguir su curso, pero sin olvidar que no hay justicia posible sin prudencia y procurando no causar da?os irreparables a la imagen de nadie.