El nuevo Norman no sabe nada del 96

Greg Norman fue otro que dijo basta. Punto y final. "No hablar¨¦ m¨¢s de mi desastre del a?o pasado". Pero al australiano que perdi¨® ante Nick Faldo una ventaja de seis golpes el ¨²ltimo d¨ªa del 96 le encanta contar su vida. No habl¨® de su desastre, pero s¨ª de c¨®mo lo hab¨ªa superado para convertirse en un nuevo Norman, otra vez favorito para ganar el torneo que m¨¢s anhela, el Masters que le ha permitido s¨®lo ser tres veces segundo, el Poulidor de Augusta. Y como todo en Estados Unidos su soluci¨®n tiene un nombre propio.

Tony Robbins es el nombre del gur¨² que le ha transformado. Un hombre del clan Clinton que ha trabajado con Andre Agassi y los nadadores ol¨ªmpicos norteamericanos; que ha estado con altos cargos del Gobierno y con el ej¨¦rcito para motivar a la gente, para reforzar sus sentimientos positivos. "No es un psicol¨®go", dijo Norman. "Es un motivador". Norman explic¨® que oy¨® hablar de ¨¦l porque dio un seminario con su admirado Pat Riley, el entrenador que ha hecho l¨ªder de la NBA al Miami Heat. "S¨®lo he tenido una sesi¨®n de trabajo con ¨¦l. Todo fue mi sencillo. B¨¢sicamente, se dedic¨® a recordarme qui¨¦n soy yo y lo bueno que soy, porque hab¨ªa llegado a olvidarlo".

Toda la teor¨ªa, se supone, necesita de una confrontaci¨®n con la realidad. Nada mejor, entonces, que esperar a ver qu¨¦ pasa a partir de hoy en los greens de Augusta.