Tusell y Bello reciben el Jovellanos de Ensayo con cr¨ªticas al presente

La reflexi¨®n sobre la "situaci¨®n cr¨ªtica del presente hist¨®rico', marc¨® ayer tarde en Gij¨®n el acto de entrega del Premio Internacional de Ensayo Jovellanos, compartido en su tercera edici¨®n por el historiador Javier Tusell, con su obra La revoluci¨®n posdemocr¨¢tica, y el fil¨®sofo Gabriel Bello Reguera, con su estudio La construcci¨®n ¨¦tica del otro. El galard¨®n, convocado por la editorial Nobel, de Oviedo, dotado con tres millones de pesetas, premi¨® dos obras que afrontan, desde distintas perspectivas, dos de los debates m¨¢s acuciantes del momento presente.

En La construcci¨®n ¨¦tica del otro, Bello sostiene que es la relaci¨®n con el pr¨®jimo lo que fracasa ante fen¨®menos como el racismo, el nacionalismo ¨¦tnico y el fundamentalismo, y critica a la filosof¨ªa europea cl¨¢sica por no haber sabido hacer frente a este problema.Ayer, Bello sostuvo que "la situaci¨®n cr¨ªtica de nuestro tiempo" se expresa en una "reorganizaci¨®n axiol¨®gica provocada por la emergencia del valor de superivencia", que determina, dijo, un escenario apocal¨ªptico". La amenaza nuclear, la crisis ecol¨®gica, el incremento de la violencia ¨¦tnico-nacionalista, los flujos migratorios, el sida, la plaga de la droga dura... constituyen un panorama en el que destaca la "pugna iniplacable" de cada una de las "Identidades m¨²ltiples y diversas" que constituyen la humanidad. Esa guerra incluye el "etnocentrismo, el imperialismo, el racismo, la limpieza ¨¦tnica, el crimen contra la humanidad y el fundamentalismo".

Como alternativa, Bello propuso la entrega a la "¨¦tica de la alteridad" y la "tesis muticulturalista: la identidad del otro, del diferente".

La revoluci¨®n posdemocr¨¢tica, de Javier Tusell, pretende responder a la paradoja de que, siendo la democracia el ¨²nico sistema de gobierno aceptable, se enfrente en todo el mundo a un creciente descr¨¦dito entre los ciudadanos. Tusell considera que "no existe una democracia a la que volver, sino que es preciso reinventarla, sin desfigurarla en su esencia pero poni¨¦ndola al d¨ªa en sus aspectos esenciales".

La b¨²squeda de una democracia m¨¢s directa requerir¨¢ prudencia e imaginaci¨®n, dijo Tusell, que advirti¨® que el camino ser¨¢ una "revoluci¨®n", dados "los cambios esenciales que supondr¨¢" la mayor participaci¨®n de los ciudadanos.