Escurridizo y aceitoso
El aceite de oliva, lejos de calmar las olas de la conflictiva PAC o pol¨ªtica agraria com¨²n, no hace sino encresparlas. El comisario de Agricultura, Franz Fischler, est¨¢ preocupado porque mucho productores, especialmente italianos, cobran la ayuda dos veces y acepta la propuesta de Italia de que la subvenci¨®n se conceda por n¨²mero de olivos. Espa?a quiere que se mantenga el actual sistema de subvenci¨®n europea por litro de aceite producido. El p¨²blico no entiende nada y paga caro el aceite y muchos impuestos. Comprendo por qu¨¦ la PAC tiene ese nombre tan explosivo.Explico. Los olivareros reciben de Europa ayuda a la producci¨®n, y los distribuidores, ayuda al embotellado. A los olivareros que llaman grandes, la Comunidad regala hoy 235 pesetas por litro. A los peque?os que producen menos de 500 kilos al a?o, el caramelo es, de 256 pesetas, con la ventaja de que ¨¦stos no tienen que presentar documento acreditativo de que llevaron aceituna a la almazara y de que ¨¦sta les produjo tantos litros. La ayuda al consumo embotellado es de otras 20 pesetas por litro. Esas 255 a 275 pesetas por litro es lo que los aceiteros reciben pase lo que pase. Adem¨¢s reciben lo que les pagan los comerciantes al por mayor; por lo menos otras 250 pesetas m¨¢s por litro. Total, que ingresan m¨¢s de 500 pesetas por litro, cuando, con un precio de venta al p¨²blico de todo lo m¨¢s 480 pesetas, tendr¨ªan que contentarse con 200.
Fraude hay en todas partes donde llueve el man¨¢ de las subvenciones, pero me dicen que los italianos son maestros. Como los peque?os olivareros no tienen que demostrar sus entregas de aceituna y la subvenci¨®n la reciben sobre la base de su producci¨®n anterior y el n¨²mero de sus ¨¢rboles, cobran los dineros europeos y luego venden la oliva a los productores grandes, que la a?aden a su cupo. As¨ª, Italia recibe doble subvenci¨®n por la oliva de los peque?os, que all¨ª suman el 60% de la producci¨®n. Adem¨¢s se murmura que el fraude est¨¢ organizado por ciertas hermandades camorr¨ªsticas que tienen atemorizado al personal. Resumo: seg¨²n el comisario Fischler, contestando a una pregunta parlamentaria el 17 de diciembre pasado, el 85% del importe del fraude del aceite es atribuible a los italianos. Herr Fischler, con la ayuda de alg¨²n consejero italiano, cree haber encontrado el remedio para el fraude: en vez de obligar a los peque?os a que ellos tambi¨¦n presenten certificado de la almazara (en Italia, mulino), prefiere encargar a los Gobiernos que cuenten los olivos de su circunscripci¨®n y pagar una subvenci¨®n por ¨¢rbol. Sin embargo, los olivareros espa?oles, que producen m¨¢s y mejor que nadie por olivo, no quieren ni o¨ªr hablar de un sistema que equiparar¨ªa a los malos y los buenos cultivadores. ?Qu¨¦ submundo! Todos se pelean por la limosna.
Por eso, en la Uni¨®n apenas un 6% de la poblaci¨®n vive en el campo y produce no m¨¢s del 5% del PIB europeo: pero la Comunidad gasta un 55% de su presupuesto en la agricultura y nadie se atreve a cortar por la sano. Espa?a se queja, pero, gracias a la subvenci¨®n, la superficie cultivada dedicada al olivar ha crecido de dos millones de hect¨¢reas en 1984 a 2,2 millones en el presente a?o. Tambi¨¦n ha aumentado el olivar de regad¨ªo. Adem¨¢s, el tama?o de las explotaciones ha crecido de tal forma que las fincas de olivo de m¨¢s de cinco hect¨¢reas suponen el 83% del total. Para entender lo que significa este crecimiento hay que recurrir a la teor¨ªa econ¨®mica y a la noci¨®n de "rentas intramarginales".
A los pobres pegujaleros con cuatro olivillos, la subvenci¨®n apenas les cubre los costes y cualquier recorte les deja a dos velas. Mas para quienes poseen buenas tierras la subvenci¨®n que ahoga a los marginales les supone ping¨¹es beneficios. Me dicen los expertos que el olivar de regad¨ªo podr¨ªa prosperar sin subvenci¨®n; es decir, con ingresos de 200 pesetas en vez de 550. Si no ganaran mucho los grandes terratenientes, no comprar¨ªan m¨¢s olivares. Nada gusta m¨¢s a los ricachones que refugiarse tras el argumento de que el olivar paga 46 millones de (miserables y marginales) jornales al a?o y gozar con alegr¨ªa de la paz social conseguida con el Plan de Empleo Rural y subvenciones.
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