Aplazado el macroproceso convertido en un pulso entre poder civil y militar en Turqu¨ªa
El primer macroproceso contra polic¨ªas acusados de torturas en Turqu¨ªa fue pospuesto ayer en una sesi¨®n llena de tensi¨®n y jalonada de incidentes, pese a haber sido trasladado por las autoridades a la remota ciudad de Afion, en las monta?as de Anatolia. Por primera vez, polic¨ªas turcos, 48 nada menos, han sido acusados formalmente de haber torturado hasta la muerte a un detenido. La v¨ªctima fue el periodista Metin G?tkepe, detenido el 11 de enero de 1996 cuando cubr¨ªa para un peque?o diario turco la informaci¨®n de una manifestaci¨®n izquierdista en Estambul. Apareci¨® muerto al d¨ªa siguiente en un parque de la ciudad, con numerosos derrames y hemorragias internas en cabeza y cuerpo.
El caso G?tkepe se ha convertido en un abierto pulso entre la sociedad civil turca, cada vez m¨¢s articulada e informada, y el aparato del Estado, especialmente la polic¨ªa, que se resiste a perder privilegios tales como la inmunidad de hecho de que ha gozado siempre bajo el Estado turco. La polic¨ªa ha reaccionado poco menos que estupefacta ante el hecho de que sectores relevantes de la sociedad insistan en exigirle responsabilidades por algo que siempre ha venido haciendo sin consecuencia alguna. Decenas de civiles, muchos de ellos periodistas, han sido asesinados, muchos otros han desaparecido despu¨¦s de ser detenidos en los ¨²ltimos a?os, sin que nunca nadie se sentara en el banquillo por estos casos.El hecho de que el juicio haya llegado a celebrarse es ya un ¨¦xito de estos sectores urbanos, liderados hoy por la prensa. Especialmente desde la irrupci¨®n de la televisi¨®n privada en Turqu¨ªa, el muro de silencio que siempre ha existido en torno a las actividades de la polic¨ªa, tanto en lo que respecta a la tortura como a la corrupci¨®n, ha ido desmoron¨¢ndose. El juicio por el caso G?tkepe es por eso ya un s¨ªmbolo, "una clara se?al", dice el presidente de la Asociaci¨®n de Periodistas Turcos, Nail G¨¹rele, "de que las cosas est¨¢n cambiando". Y el hecho de que est¨¦ enfrent¨¢ndose el juicio a tantas dificultades, entre ellas que ninguno de los 48 encausados apareciera en la vista de ayer, es tambi¨¦n se?al de lo lejos que est¨¢ la democracia formal de Turqu¨ªa de convertirse en un pleno Estado de derecho.
Demasiada atenci¨®n
La anterior vista se hab¨ªa celebrado tambi¨¦n en Afion, pero en el Palacio de Deportes, con cerca de 3.000 personas como p¨²blico y hab¨ªa captado demasiada tensi¨®n para el gusto del Gobierno del islamista Erbakan. Ayer se iba a celebrar en la min¨²scula sala de tribunales de esta peque?a ciudad por expreso deseo del ministro de Justicia, como reconoci¨® el propio presidente del tribunal. Pero la sala a¨²n sin los inculpados se hallaba repleta de abogados, periodistas y decenas de soldados fuertemente armados encargados de mantener el orden en sustituci¨®n de la polic¨ªa, oficialmente en el banquillo. Entre gritos de "esto es un esc¨¢ndalo" y "la democracia turca es una farsa" los jueces decidieron enviar el caso al juzgado de Sandikli, apenas un villorrio cercano a Afion. La acusaci¨®n responsabiliz¨® al Gobierno de esta nueva dilaci¨®n. Parlamentarios del Partido Republicano manifestaron a EL PA?S que con esta nueva maniobra se refuerza a¨²n m¨¢s el significado de este caso como s¨ªmbolo de la exigencia de "todos los turcos honestos en favor de un proceso de manos limpias".
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