El escondite espacial
Las nubes impiden a unos 2.500 curiosos ver el cometa Hale-Bopp en el Planetario
El cometa Hale-Bopp se resguard¨® anoche entre las nubes y no se curiosos ver el cometa dej¨® ver en el firmamento madrile?o. Y eso que m¨¢s de 2.500 personas hab¨ªan aguardado de pie, haciendo cola frente al Planetario, una media de dos horas para comprobar de cerca, a trav¨¦s de potentes telescopios y pism¨¢ticos cedidos por la Agrupaci¨®n Astron¨®mica de Madrid las majestuosas estelas de polvo (la de color amarillo) y gas (la azulada) que de noche viste el cometa.El p¨²blico se qued¨® con las ganas. La noche se volvi¨® nublada, y s¨®lo se dejaron ver, aunque durante un rato, el planeta Marte y la Luna. "Bueno, aunque no se vea el cometa, ya que estamos aqu¨ª, aprovechamos para ver a los otros, que tambi¨¦n son importantes", coment¨®, Carlos Gonz¨¢lez, un bi¨®logo que aguant¨® dos horas de cola para ver un cielo encapotado. El comentario era el mismo en todos los grupos, incluido el de los organizadores del espect¨¢culo visual: "Que mala suerte, las nubes nos han fastidiado la observaci¨®n".
Y ya apenas queda tiempo para ver de cerca al brillante cometa Hale-Bopp. Cada d¨ªa que pasa se va alejando del sistema solar. A finales de este mes desaparecer¨¢ del firmamento. Volver¨¢, pero dentro de 3.000 a?os. "Es una pena, porque yo ya no lo ver¨¦ nunca mientras viva", dijo uno de los asistentes con una mezcla de pena y resignaci¨®n.
M¨¢s positivo fue el comentario de dos ni?as, de nueve y seis a?os, Giovanna y M¨®nica Navarro: "Es mala pata, pero ha merecido la pena ver un puntito de Marte y la Luna, que est¨¢ mordida. Pero si se va, ya llegar¨¢ otro y podremos verlo. Hay m¨¢s cometas".
Sobre las 21.30, los 30 telescopios enfocaban al cometa. "Por si acaso, en cualquier momento, hay un claro y se ve algo". Avanzaba la noche y los aparatos iban cambiando de postura: ahora el objetivo era Marte, que a¨²n se dejaba ver. "S¨®lo hay un puntito min¨²sculo, pero tiene mucha luz", dec¨ªa la estudiante Irene N¨²?ez.
El tiempo pasaba y las nubes taparon tambi¨¦n Marte. Y otra vez los telescopios cambiaron de posici¨®n para buscar un punto a salvo de las inoportunas nubes. S¨®lo quedaba la Luna. "Mira que es mala suerte, todas estas noches ha hecho buen tiempo y hoy est¨¢ todo encapotado", se lamentaba Jaime Izquierdo, uno de los organizadores. Poco a poco, las nubes devoraron la Luna.
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