La esposa del funcionario herido quiere marcharse de Euskadi para no seguir sufriendo "esa tortura"
La tranquila vida de la familia del funcionario Juan Jos¨¦ Baeza, tiroteado por ETA, se trastoc¨® a las 15.20 del mi¨¦rcoles. Justa Bermejo, su esposa, afirma resignada que lo ¨²nico que desea es que ¨¦l se recupere cuanto antes y marcharse de Euskadi. "Va a ser dif¨ªcil que, despu¨¦s de lo que nos ha pasado, sigamos viviendo aqu¨ª. Vamos a estar todo el d¨ªa obsesionados y atemorizados y somos gente normal que no puede someterse a esa tortura", advierte.
Baeza lleg¨® al Pa¨ªs Vasco cuando ten¨ªa tres a?os. Lo suyo fue una constante lucha por superarse y obtener un mejor nivel. Nunca pens¨® que pod¨ªa ser un objetivo terrorista. Tras el asesinato, en marzo, de su compa?ero Francisco G¨®mez El¨®segui, el psic¨®logo de la c¨¢rcel de Martutene, le dijo a su mujer que no ten¨ªa miedo y que permaneciera en calma.Hace meses, sin embargo, el matrimonio Baeza Bermejo s¨ª baraj¨® la idea de trasladarse. Pero esa posibilidad fue desechada de inmediato. "Los ni?os [tienen tres hijos] son de aqu¨ª y est¨¢n muy apegados a este pueblo. No quer¨ªan ni o¨ªr hablar de moverse de Renter¨ªa. Adem¨¢s, nuestra familia y nuestros amigos viven aqu¨ª [en su barrio obrero] y nosotros ¨¦ramos muy felices", explica Justa.
Los disparos de los activistas contra Baeza han cambiado la situaci¨®n, prosigue Justa: "Ahora tendremos que marcharnos por una cuesti¨®n de supervivencia. Antes corrimos el riesgo de quedarnos y... Dentro de lo malo, Juanjo est¨¢ vivo y lo podemos contar. Pero no creo que podamos seguir tentando a la suerte. Fue un milagro. Se salv¨® de chiripa, de puro churro". A sus 44 a?os, los ¨²ltimos 29 en Euskadi, Justa asegura que sus sensaciones son agridulces: Estoy contenta, por un lado, porque mi marido sigue con vida. Y, por otro, triste porque s¨¦ lo que nos espera despu¨¦s".
Su mayor preocupaci¨®n inmediata es por sus tres hijos: "El impacto les ha hecho mucho da?o, les ha afectado much¨ªsimo, y s¨®lo repiten y repiten: '?Qu¨¦ suerte!, se ha salvado".
La mujer no oculta la admiraci¨®n que siente por su marido y dice que una vez m¨¢s le ha sorprendido por su entereza y la frialdad que demostr¨® cuando sufri¨® el atentado. Ella escuch¨® los disparos y, como otros vecinos, se asom¨® al balc¨®n. Pens¨® que era alguien que estaba tirando contra los p¨¢jaros. Minutos despu¨¦s apareci¨®, ensangrentado, en la puerta de la casa. Cuando le vio en la cocina, Justa s¨®lo le dijo: "Te toc¨® a ti".
"Algo extra?o"
?l le cont¨® lo que le hab¨ªa ocurrido. "Le vinieron dos personas de frente", repite ella, "y se percat¨® de algo extra?o. Pens¨® que iban a por ¨¦l. Entonces vio c¨®mo uno se met¨ªa la mano en un bolsillo y salt¨® al lado contrario de por donde caminaba. Comenzaron a dispararle. Los esquiv¨® saltando por encima de un coche. Se agach¨® entre los veh¨ªculos y se fue arrastrando hasta el portal. Sac¨® las llaves, abri¨® y corri¨® hasta el ascensor".
"Estaba sangrando y con la cabeza hacia abajo", cuenta Justa; "se le ve¨ªan dos agujeros y pens¨¦ que la bala estaba all¨ª. Le di una toalla y cog¨ª la gu¨ªa para llamar a la Cruz Roja. Estaban los dos [hijos] mayores [el peque?o, de 9 a?os y que har¨¢ la Primera Comuni¨®n dentro de dos domingos, se hallaba en el colegio]. Nos pusimos muy nerviosos. Yo no sab¨ªa m¨¢s que decir: '?Por qu¨¦?, ?por qu¨¦? ..."
Justa afirma que su marido "ha trabajado toda su vida y ha hecho su carrera de Derecho a base de esfuerzo y sacrificio, un obrero que ha progresado por su fuerza de voluntad". "Hemos sacado una familia adelante robando muchas horas al sue?o", reflexiona, "y ahora esta gente ha intentado arrebatarnos todas nuestras ilusiones". "Los terroristas, esos desgraciados, tienen que darme una explicaci¨®n", contin¨²a; "?qu¨¦ les hizo Juanjo? Siento impotencia. Les coger¨ªa y no s¨¦ lo que les har¨ªa".
?l se encuentra animado. "Te satisface ver que est¨¢ bien cuando por tu cabeza se pasa la idea de que pod¨ªa estar muerto", dice Justa, que a?ade que no deja de preguntarse insistentemente el porqu¨¦ del atentado. "Lo ¨²nico que quieren es que los que no somos de aqu¨ª cojamos la maleta y nos vayamos. Y, poco a poco, lo van a conseguir", concluye.
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