Las tabaqueras, dispuestas tambi¨¦n a dar sus estudios sanitarios

La noticia de que la industria tabaquera de Estados Unidos est¨¢ dispuesta pr¨¢cticamente a todo con tal de evitar los pleitos contra ella se ha recibido con gran optimismo en ese pa¨ªs, pero tambi¨¦n con una buena dosis de cautela. Literalmente acosados por investigaciones y procesos judiciales de particulares y administraciones p¨²blicas, los fabricantes de Marlboro y Camel parecen estar abandonando su postura de prepotencia para afrontar el temporal.Ayer el Wall Street Journal detall¨® otros puntos del posible acuerdo: que las mencionadas empresas tambi¨¦n podr¨ªan hacer p¨²blicos todos sus estudios sobre los efectos del tabaco en la salud, un giro radical en su habitual pol¨ªtica de hermetismo en este aspecto. Asimismo, aceptar¨ªan imprimir etiquetas de precauci¨®n m¨¢s grandes en las Cajetillas. La primera ronda de negociaciones que han mantenido Philip Morris y RJR Nabisco con fiscales y abogados concluy¨® el mi¨¦rcoles, el mismo d¨ªa que el Wall Street Journal desvelaba sus puntos principales. Entre ellos, el establecimiento de un fondo de 43 billones de pesetas para afectados por el tabaco a cambio del cual se prohibir¨ªan las demandas individuales (V¨¦ase EL PA?S de ayer).

El New York Times abr¨ªa ayer su p¨¢gina editorial con la frase: "Los grandes del tabaco est¨¢n desesperados por lograr la paz". Reconociendo la magnitud de las nuevas negociaciones, ese diario afirmaba que "lo m¨¢s asombroso y esperanzador es que las tabaqueras han pasado del b¨²nker a la mesa de rendici¨®n". Recogiendo un esp¨ªritu de precauci¨®n que se viene observando en debates y declaraciones de expertos, el antiguo cirujano general de EE UU C. Everett Koop dijo ayer que se opon¨ªa al proyecto de acuerdo pues era inconstitucional y daba inmunidad legal a las tabaqueras. Dividiendo el fondo monetario que se propone entre las v¨ªctimas mortales del tabaco, Koop calcul¨® que la industria quer¨ªa pagar 4 millones de pesetas por fallecido.