Hassan II introduce a su hijo en las tareas de Estado
Sidi Mohamed visitar¨¢ Espa?a en mayo para limar las asperezas surgidas entre Madrid y Rabat
El rey Hassan II est¨¢ transmitiendo lentamente al pr¨ªncipe heredero, Sidi Mohamed, de 34 a?os, responsabilidades de Estado. Este proceso, iniciado hace a?os, se aceler¨® a partir de octubre de 1995, en Nueva York, cuando el soberano se sinti¨® indispuesto y encarg¨® a su hijo pronunciar en su nombre un discurso ante la Asamblea General de la ONU. Desde entonces, el pr¨ªncipe no ha dejado de asumir nuevas funciones o de desempe?ar importantes misiones, una de las cuales ser¨¢ la de viajar a Espa?a, adonde se desplazar¨¢ a mediados del pr¨®ximo mes de mayo para efectuar una visita oficial de cuatro d¨ªas.La visita del pr¨ªncipe Sidi Mohamed a Espa?a fue pactada en febrero de 1996 entre el rey Hassan II y el entonces jefe del Gobierno espa?ol Felipe Gonz¨¢lez, en el transcurso de la entrevista que ambos celebraron en el palacio del monarca. La iniciativa ten¨ªa como principal finalidad limar las asperezas surgidas entre Madrid y Rabat, como consecuencia de anteriores conflictos, esencialmente el pesquero, que mantuvo paralizada la flota espa?ola durante meses.
Los detalles secundarios de este viaje los asumi¨® personalmente el pr¨ªncipe heredero. Sidi Mohamed prefiri¨® ponerse en contacto telef¨®nico con su amigo, el heredero de la corona espa?ola, el pr¨ªncipe Felipe de Borb¨®n. Al principio fueron conversaciones sincopadas, repartidas a lo largo de casi diez meses, hasta que el pasado octubre las diplomacias de ambos pa¨ªses empezaron a trabajar seriamente sobre el proyecto.
La misi¨®n que Hassan II ha encargado a su heredero en Espa?a es casi tan dif¨ªcil y complicada como la que Sidi Mohamed tuvo que asumir el pasado septiembre, cuando su padre le orden¨® trasladarse a T¨¢nger, con el ministro del Interior, Dris Basri, para dialogar con dirigentes del Frente Polisario sobre el futuro del S¨¢hara Occidental. El hijo del monarca ten¨ªa como principal encargo plantear a los saharauis un r¨¦gimen de autonom¨ªa para la antigua colonia espa?ola, a cambio de que abandonaran sus proyectos independentistas. Las primeras conversaciones entre Sidi Mohamed y la delegaci¨®n del Polisario debieron de culminar con ¨¦xito, ya que ambas partes se comprometieron a celebrar un nuevo encuentro en Rabat, en el que se ultimar¨ªan los detalles definitivos de una reuni¨®n mucho m¨¢s importante y decisiva; ¨¦sta con el propio rey Hassan II. Aunque este proceso de di¨¢logo qued¨® interrumpido y el encuentro con el monarca nunca lleg¨® a celebrarse, la gesti¨®n sirvi¨®, entre otras cosas, para que el pr¨ªncipe recibiera el espaldarazo que le consolida como hombre de Estado.
Tres meses despu¨¦s de su primer encuentro con los dirigentes del Frente Polisario el heredero volv¨ªa a irrumpir en la escena pol¨ªtica, esta vez en Rabat, para participar en un acto organizado por el partido socialista -Uni¨®n Socialista de las Fuerzas Populares-, que hab¨ªa mantenido desde 1981 con el rey una dif¨ªcil relaci¨®n. La presencia de Sidi Mohamed fue interpretada en medios pol¨ªticos como el s¨ªmbolo de una reconciliaci¨®n entre Hassan II y los socialistas.
El abrazo p¨²blico entre el futuro Mohamed VI y los socialistas tuvo lugar el pasado 6 de enero en la Escuela Nacional de las Industrias Minerales de Rabat, donde el partido hab¨ªa organizado una serie de debates sobre La transici¨®n democr¨¢tica en el mundo. En este lugar Sidi Mohamed pronunci¨® un discurso en el que hizo una defensa de la democracia y anim¨® a sus conciudadanos a participar en el proceso legislativo, que se iniciar¨¢ el pr¨®ximo mayo y con el que Marruecos pretende poner en pie un Parlamento representativo. El pr¨ªncipe tuvo el gesto de acercarse a la viuda del dirigente socialista, Abderramin Buabid, para hacerse una fotograf¨ªa con ella, una instant¨¢nea con la que quedaban borrados los sinsabores y dicusiones que el l¨ªder pol¨ªtico mantuvo con Hassan Il.
Esta transmisi¨®n de poderes y de responsabilidades que Hassan II est¨¢ poco a poco entregando a su hijo, Sidi Mohamed, es el fruto de un proceso minuciosamente estudiado e incluso manifestado por el propio soberano. As¨ª lo declar¨® el rey en el transcurso de una entrevista concedida en 1993 al periodista franc¨¦s Eric Laurent -Hassan II, la memoria de un rey-, a quien le asegur¨® que no pensaba acabar sus d¨ªas ejerciendo el poder y que "en este oficio es mejor que el segundo no permanezca demasiado tiempo en la sombra". Una afirmaci¨®n que algunos analistas, excesivamente audaces, interpretaron como el anuncio de una hipot¨¦tica abdicaci¨®n en favor del heredero.
Los rumores de una supuesta abdicaci¨®n carecen de fundamento, se asegura en medios pol¨ªticos rabat¨ªes. El ¨²nico objetivo del rey alauita es el de formar al pr¨ªncipe heredero en las tareas de Estado. Sidi Mohamed est¨¢ as¨ª presente en todas las esferas pol¨ªticas y sociales de Marruecos, en un proceso similar al de Mohamed V con su hijo Hassan, ahora soberano. Todo est¨¢ atado y bien atado. Nadie discute ya en Marruecos la instituci¨®n mon¨¢rquica. Ha desaparecido tambi¨¦n cualquier atisbo de debate sobre el heredero.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.