Vuelos que suben

LA GUERRA de tarifas entre las compa?¨ªas a¨¦reas espa?olas es un episodio del pasado. Apenas tres semanas despu¨¦s de la liberalizaci¨®n del tr¨¢fico a¨¦reo en todo el territorio de la Uni¨®n Europea, las tres principales empresas que operan en el espacio a¨¦reo espa?ol acaban de anunciar una subida de precios sospechosamente simult¨¢nea. M¨¢s de once millones de pasajeros saldr¨¢n perjudicados de una decisi¨®n que tiene todas las caracter¨ªsticas de un cartel.La liberalizaci¨®n de todos los trayectos internos o externos en la UE no se ha traducido hasta hoy en ventajas para los usuarios. Las compa?¨ªas extranjeras no han llegado a¨²n de verdad a Espa?a. Y al amparo de este ¨²ltimo respiro, la empresa p¨²blica Iberia y las privadas Air Europa y Spanair se han lanzado a aumentar los precios: la primera, subiendo las tarifas promocionales (mini, reducida y estrella), y las segundas, con unas subidas medias del 20% y del 15%, respectivamente.

Las compa?¨ªas justifican estas alzas por el aumento de costes derivado del precio de los combustibles, de la revalorizaci¨®n del d¨®lar o de otros factores. La cuesti¨®n no es que las tarifas suban, sino que las suban las tres a la vez: el 25 de abril. ?Lo han hecho por coincidencia en el an¨¢lisis? ?0, por el contrario, se han puesto de acuerdo? En este ¨²ltimo caso estar¨ªamos ante un cartel, que ser¨ªa contrario a las leyes de la competencia y constituir¨ªa una burla a los usuarios.

El Servicio de Defensa de la Competencia del Ministerio de Econom¨ªa ha abierto un proceso de "informaci¨®n reservada". Sin embargo, la importancia de estas subidas para el inter¨¦s nacional -pues afecta especialmente a los habitantes de los territorios insulares- exige que esta informaci¨®n se re¨²na r¨¢pidamente, que las conclusiones sean p¨²blicas y que, en su caso, intervenga tambi¨¦n el m¨¢s independiente Tribunal de Defensa de la Competencia. Y desde luego, si ha habido cartel, que se apliquen las sanciones oportunas.

A pesar del aumento de viajeros que supuso una mayor oferta a precios m¨¢s bajos con la guerra de las tarifas, las compa?¨ªas perd¨ªan dinero en sus rutas. El miedo a perder cuotas de mercado les ha hecho mantener la competencia en precios. Pero una vez alcanzado un cierto nivel de pasajeros (seis millones en el caso de Air Europa, 3,7 millones en el de Spanair) han variado su estrategia. Ya pas¨® en EE UU: tras la liberalizaci¨®n y la inicial guerra de tarifas, una de las grandes compa?¨ªas empez¨® a subir los precios y todas las dem¨¢s siguieron su estela.

Puede que ¨¦sta sea una de las ¨²ltimas oportunidades que tengan estas compa?¨ªas espa?olas de hacer caso omiso del sentir de los usuarios. Cuando la liberalizaci¨®n europea ya no sea simplemente un derecho, sino un hecho; cuando aumente la competencia en los vuelos nacionales, ya no ¨²nicamente con las compa?¨ªas nacionales, sino tambi¨¦n con las extranjeras, resultar¨¢ mucho m¨¢s dif¨ªcil subir los precios. Por el contrario, probablemente habr¨¢n de bajarlos. Pero esto no va a ocurrir a corto plazo, porque los grandes aeropuertos en Espa?a est¨¢n saturados y la concesi¨®n de nuevos permisos de aterrizaje (slots) en las horas m¨¢s frecuentadas es dif¨ªcil. No obstante, en trayectos y horarios menos importantes, los ben¨¦ficos efectos de esta liberalizaci¨®n deber¨ªan notarse m¨¢s pronto. Y al cabo, una mayor competencia terminar¨¢ por beneficiar a los pasajeros.

Los usuarios del avi¨®n se ven ahora acosados no s¨®lo por estas subidas, sino tambi¨¦n por la amenaza de huelga de los pilotos de Aviaco, mal¨¦volamente planteada para el puente del Primero de Mayo. Una amenaza a todas luces exagerada, que se pretende justificar por la desaparici¨®n de la direcci¨®n comercial de la compa?¨ªa, que los pilotos consideran el principio del fin de esta empresa como una entidad aut¨®noma de Iberia. Pese a la liberalizaci¨®n, no corren buenos tiempos para el usuario del avi¨®n, que al final s¨®lo pide seguridad, puntualidad y buenos precios.