El t¨ªtulo, siete veces perseguido, pasa por Roma
El Bar?a es el m¨¢s regular de Europa, pero nunca ha logrado culminar
El Barcelona es el equipo m¨¢s constante en la elite de un baloncesto europeo cambiante. Pero no hay rey sin corona y el equipo m¨¢s asiduo en las ¨²ltimas Finales a Cuatro viaja a Roma esta semana con ansias de saldar su larga cuenta de deudas pendientes. Va a ser la sexta aparici¨®n del Barcelona en una Final a Cuatro desde que hace diez a?os se instaurase este sistema de competici¨®n, a lo cual debe a?adirse la final que perdi¨® en 1984. El t¨¦cnico que dirig¨ªa por entonces a aquel Barcelona, Antoni Serra, advirti¨® que para ganar una final era probable que antes se perdieran al menos un par. Eso era lo que le hab¨ªa sucedido al Real Madrid antes de ganar la primera de sus ocho copas de Europa en 1964.La experiencia del Barcelona en esta competici¨®n no tiene precedentes, aunque finales, lo que se dice finales, ha perdido cuatro. Grandes equipos han coleccionado tambi¨¦n derrotas en esas finales: el Ignis de Varese y el Maccabi perdieron cinco y el propio Real Madrid seis pero todos ellos lo han compensado con t¨ªtulos. Sin embargo, contin¨²a faltando este trofeo en el museo del Barcelona. Es el ¨²nico hueco en una vitrina exhaustiva tanto a nivel de baloncesto como de f¨²tbol, balonmano o hockey patines. Es la gran espina clavada en un club que presume de haberlo ganado todo. Todo, menos la Copa de Europa -ahora se llama Euroliga- de baloncesto.
Siempre le falt¨® algo al Barcelona en el momento decisivo. El martes, ante el Villerubanne, y de ganar, el jueves ante el vencedor de la otra semifinal entre Olympiakos y el Olimpia de Liubliana, intentar¨¢ que no se repita la historia. En las seis ocasiones anteriores en que ha logrado llegar a las finales fall¨® en el Momento decisivo y eso que casi siempre se present¨® como favorito. Se ha topado el equipo azulgrana contra todo tipo de inconvenientes: un americano que hizo el partido de su vida (Larry Wright), la eclosi¨®n del mejor equipo europeo de la ¨²ltima d¨¦cada (Jugoplastika), una inoportuna lesi¨®n de su jugador estrella (Audie Norris) o un tap¨®n antirreglamentario (de Vrankovic a Montero) en el ¨²ltimo segundo.
Ginebra 1984
Banco di Roma, 79
Barcelona, 73
El Barcelona domin¨® desde el principio (42-32 al descanso). Dispuso de hasta 14 tantos de ventaja en la segunda parte. Pero emergi¨® Larry Wright. Decidi¨® jugar ¨¦l solo la final, jugada a jugada, mientras que Soloz¨¢bal y sus compa?eros asistieron impotentes a su demostraci¨®n. Los 31 puntos de Epi sirvieron de poco. Fueron decisivos los 27 de Wright que adem¨¢s en el ¨²ltimo tramo no pudo ser defendido por Soloz¨¢bal, eliminado por faltas al igual que Davis. Aquella final si puso el principio del final de una etapa en el Barcelona, la que dirigi¨® desde el banquillo Antoni Serra. Mediada la siguiente temporada y tras una abultada derrota en la pista del Licor 43 , Serra present¨® la dimisi¨®n. Pocos meses despu¨¦s llegaba al banquillo azulgrana su actual t¨¦cnico, A¨ªto Garc¨ªa Reneses.
M¨²nich 1989
Jugoplastika, 87
Barcelona, 77
El desacertado marcaje de Sibilio a Kukoc, la ascendencia de Sretenovic y Pavicevic sobre el ritmo del partido, la nula aportaci¨®n de Waiters que no anot¨® un solo punto y el escaso acierto del Barca en el tiro -un 44% en tiros de campo por un 63% del Jugoplastikano le dieron la menor opci¨®n al Barcelona. El equipo croata, sin mucho cr¨¦dito por entonces, domin¨® contra pron¨®stico de principio a fin. El Bar?a tuvo una peque?a ocasi¨®n cuando se situ¨® en 77-83 pero en los tres minutos y medio finales no anot¨® un s¨®lo punto y Norris fall¨® incluso dos tiros libres. A¨ªto declar¨® que s¨®lo Epi y Costa jugaron a su nivel habitual. Fue un inesperado tropiezo ante un equipo infravalorado entonces pero que iba a marcar toda una ¨¦poca. Fue el varapalo m¨¢s mal encajado por la afici¨®n azulgrana que se hab¨ªa desplazado en un buen n¨²mero hasta M¨²nich.
Zaragoza 1990
Jugoplastika, 72
Barcelona, 67
Malikovic, entrenador del Jugoplastika, esper¨® 11 minutos para hacer jugar a Toni Kukoc. El t¨¦cnico serbio recuerda: "Yo sab¨ªa que el Barcelona iba a basar su juego en sus tres hombres grandes (Jim¨¦nez, Wood y Norris) y deb¨ªa resolver por lo tanto el problema interior. Prefer¨ª utilizar a Kukoc en otro momento, con otros sistemas... La principal raz¨®n de nuestro triunfo fue de hecho el rebote, porque ello le impidi¨® al Bar?a utilizar su mejor arma, el contrataque". Fue a un precio muy elevado: Radja sum¨® tres faltas en 12 minutos, Sobin, 4 en 16 minutos y Savic, 2 en 5 minutos: 43-54. Costa anot¨® el ¨²nico triple azulgrana (1 de 12) y, pese a un 61-59, el Jugoplastika ya hab¨ªa hecho el trabajo sucio y aprovech¨® los errores del Bar?a y el tiro de Kukoc y Perasovic para romper la zona defensiva.
Par¨ªs 1991
Jugoplatiska, 70
Barcelona, 65
Maljkovic, entrenador del Barcelona ese a?o, no encontr¨® el ant¨ªdoto de su ex equipo. El precario estado f¨ªsico de Norris, que jug¨® lesionado en un hombro, la baja de Jim¨¦nez y la escasa anotaci¨®n de Epi y Soloz¨¢bal -15 puntos entre ambos- fueron explotados por un Jugoplastika menor en el que ya no estaban ni Radja, ni Ivanovic, ni Sobin. En su ausencia, Savic y Lester -un americano de tercera fila-, con 27 y 11 puntos respectivamente, fueron junto a la direcci¨®n de Kukoc los que le dieron el t¨ªtulo su equipo. El Bar?a anot¨® 13 tiros libres sobre 25 intentos. Maljkovic declar¨®: "El equipo a tenido miedo y no ha sabido tener paciencia".
Tel Aviv 1994
Joventut, 79;
Barcelona, 65
El Joventut rompi¨® el partido en seis minutos de la segunda parte con un parcial de 14-0 cuando el Barcelona se situ¨® en defensa en zona para proteger a Epi, Montero y Crespo del exceso de faltas que acumularon de forma r¨¢pida. El Bar?a encaj¨® ocho triples, no supo c¨®mo defender a Villacampa y Tom¨¢s Jofresa -20 y 21 puntos- y entre los dos extranjeros azulgrana, Roberts y Massenburg, sumaron tan s¨®lo 17 puntos.
Par¨ªs 1996
Panathinaikos, 67
Barcelona, 66
El dominio bajo los tableros del Panathinaikos le permiti¨® mantener a raya al Barcelona. Entre los tres p¨ªvots que utiliz¨® A¨ªto en la final -Jim¨¦nez, Godfread y Ferran-, sumaron 18 puntos. A¨²n as¨ª el Barcelona estuvo a punto de culminar una brillante remontada -la ventaja del Panathinaikos se hab¨ªa estabilizado sobre los 10 puntos- con su presi¨®n por toda la pista en los minutos finales. S¨®lo le separ¨® de- su primer t¨ªtulo la inhibici¨®n de los ¨¢rbitros ante un tap¨®n ilegal de Vrankovic a Montero en el ¨²ltimo suspiro y la manipulaci¨®n por parte de los encargados de cronometrar el tiempo de juego.
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