Carlos, Amparo, Chillida y los vinos del Bierzo
No es posible comenzar de otro modo, viniendo de quien viene y por el estallido del acontecimiento: "Se trate de una comida de negocios, de un simple encuentro entre familiares o amigos o entre actuales o futuros amantes, el vino bebido civilizadamente disipa reticencias y hace fluir con facilidad e ingenio un objetivo esencial de toda comida: la buena conversaci¨®n". En semejante t¨¦rminos, con tanta nitidez y matiz, s¨®lo puede hablar un sabio del saber comer y saber vivir. Se trata Carlos Falc¨®, marqu¨¦s de Gri?¨®n, uno de los personajes mundiales del vino en Espa?a, al lado de Miguel A. Torres y de la universalidad literaria de los mismos vinos: el sumiller Custodio Zamarra, que oficia en Zalaca¨ªn, sagrario gastron¨®mico de Madrid.Mas Falc¨® entra en liza por la puerta grande de esta mesa period¨ªstica, porque anoche present¨® en la bandeja de su palabra de sabedor de sedas culinarias y vin¨ªcolas (todos sus vinos, desde el Durius hasta el vino m¨¢s singular de las vi?as espa?olas, el Syrah 94) una cena que abre otra puerta de los cielos de la cultura gastron¨®mica que ¨¦l mismo titul¨®: Tabaco y vid, los cultivos del placer.
Siempre se ha rechazado el tabaco como un adversario de la degustaci¨®n de la gastronom¨ªa, del vino con m¨¢s ah¨ªnco. El cigarro, en este caso el puro Davidoff, manipulado y degustado por el conocedor profundo de sus aromas, colores, sabores y matices, seg¨²n que sea el Davidoff 1.000, el 2.000, el 4.000, el Davidoff n¨²mero dos, el Davidoff Special R, o los minicigarrillos Davidoff, se eleva a la categor¨ªa de placer que no atenta contra el rabo de buey guisado al vino tinto que en esta cena sirvi¨® el restaurante madrile?o El Amparo (tel. 43164 56), ni con el plato que a rengl¨®n seguido plant¨® cara al asombro, al gusto y a la inteligencia de los comensales: Sopa fr¨ªa de manzana, fresas, calabac¨ªn, pimiento del piquillo confitado con crema helada de c¨¢scara de lim¨®n y crujiente de naranja.
Ante tales espect¨¢culos, ?es irremediablemente cierto que Madrid es el principio y el fin de toda la gastronom¨ªa patria? Anteayer, en el C¨ªrculo de Bellas Artes, Eduardo Chillida, que comenz¨® adiestr¨¢ndose como portero de la Real Sociedad y que es escultor mundial, nacido en San Sebasti¨¢n, fue coronado con el Premio Prestigio Rieja, que se ha otorgado por cuarta vez y que el a?o pasado se pos¨® en la testa, en el talento y en las manos de Mario Vargas Llosa. Los riojanos premian a amantes del vino, m¨¢s o menos entendidos, pero que son espejos ciertos para el mundo que quiere saber sobre el rioja en este caso. Los acad¨¦micos Cela, Carmen Iglesias y m¨¢s personajes como Adri¨¢n Piera, Anson y S¨¢enz Guerrero, eligieron a Chillida, el domador del hierro, creador de Yunque de sue?os y ya bendecido con el Premio Pr¨ªncipe de Asturias.
Seguirnos con la interrogaci¨®n: ?por qu¨¦ Madrid es el padre de todos los hijos? Porque los vinos de El Bierzo, "los vinos que van a ser los mejores de Espa?a -como se da por hecho desde que Prada a Tope dijo su palabra personal sobre los productos de esta tierra-, tambi¨¦n los dos ¨²ltimos d¨ªas tuvieron que abrir las espitas de su generosidad en Madrid para que el resto de Espa?a sepa algo de lo que lo deb¨ªa saber todo.
Un d¨ªa no lejano, la capital del vino de Espa?a ser¨¢n La Rioja, El Bierzo..., y la capital de la escultura ser¨¢ la vida. Y las cenas presentadas por Falc¨® tendr¨¢n un escenario ¨²nico: su finca Casa de Vacas (Toledo); es un suponer.
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