El sargento Miravete ser¨¢ expulsado del Ej¨¦rcito

El Ministerio de Defensa expulsar¨¢ de las Fuerzas Armadas al sargento Juan Carlos Miravete Duque, que el pasado viernes por la noche mat¨® de un disparo en el pecho al cabo Samuel Ferrer en el destacamento de Candanch¨² (Huesca), aunque la pena que le impongan los tribunales no lleve aparejada dicha expulsi¨®n. El ministro Eduardo Serra est¨¢ estudiando los mecanismos legales de que dispone para evitar que el sargento autor de la muerte de dos compa?eros pueda regresar al servicio activo. La sorprendente posibilidad de que Miravete no quede definitivamente apartado del Ej¨¦rcito por sentencia penal es una hip¨®tesis que preocupa al Ministerio de Defensa.

Del informe que ley¨® el pasado mi¨¦rcoles en el Congreso el ministro Serra y de las propias declaraciones ante el juez de los soldados que se encontraban presentes se deduce que la pistola se le dispar¨® al sargento "accidentalmente"; es decir, que no existi¨® una voluntad deliberada de matar. Si se confirma esta versi¨®n, los hechos podr¨ªan ser tipificados como una imprudencia temeraria con resultado de muerte. ?se fue precisamente el delito por el que ya fue condenado en 1985, despu¨¦s de que matase al sargento Jos¨¦ Luis Gonz¨¢lez mientras jugaba con su pistola. La pena que se le impuso entonces, un a?o de prisi¨®n, le permiti¨® volver a vestir el uniforme. Tambi¨¦n se lo permitir¨ªa con la legislaci¨®n vigente ahora, ya que la separaci¨®n del servicio s¨®lo es autom¨¢tica cuando la condena supera los tres a?os de c¨¢rcel. Adem¨¢s, el hecho de que Miravete se encontrase bajo los efectos del alcohol, podr¨ªa beneficiarle como atenuante, a pesar de que la embriaguez en acto de servicio constituya una falta grave para los militares.Adem¨¢s del juzgado de instrucci¨®n de Jaca tambi¨¦n ha abierto diligencias el juzgado togado militar de Zaragoza, por lo que m¨¢s adelante deber¨¢ decidirse a qu¨¦ jurisdicci¨®n, la civil o la militar, corresponde enjuiciar lo ocurrido. En Defensa se ha barajado la posibilidad de que el sargento fuese acusado por el fiscal militar de un delito de maltrato a inferior con resultado de muerte, que el C¨®digo Penal castrense sanciona con 15 a 20 a?os de c¨¢rcel. Sin embargo, a la vista de las declaraciones, no parece que su conducta previa a la muerte encaje en tal tipo delictivo, sino m¨¢s bien en una falta disciplinaria de abuso de autoridad.

En el caso de que los tribunales no decidan la expulsi¨®n definitiva del sargento, el ministerio abrir¨ªa un expediente gubernativo. Se trata de un procedimiento que la ley disciplinaria reserva al ministro en casos de especial gravedad y que puede llegar hasta la p¨¦rdida de la condici¨®n de militar del afectado. Seg¨²n la legislaci¨®n vigente, el expediente gubernativo puede abrirse cuando exista una condena por imprudencia superior a un a?o -a Miravete le falt¨® en 1985 un d¨ªa de c¨¢rcel para que pudiera aplic¨¢rsele-, pero tambi¨¦n en supuestos de mal comportamiento reiterado por parte de un militar.

La tarde de la tragedia, el sargento incurri¨®, como m¨ªnimo, en dos faltas disciplinarias graves, abuso de autoridad y encontrarse ebrio en tiempo de servicio, que junto a otras sanciones anteriores por consumo de alcohol ser¨ªan suficientes para la apertura del expediente.

El comandante Pablo Resa Anc¨ªn, que ocupa la Jefatura de la Agrupaci¨®n de Apoyo y Servicios de la unidad de Jaca, y el teniente Jaime Ruiz Alonso, que ejerc¨ªa el mando, fueron ayer sancionados con ocho y 14 d¨ªas de arresto, respectivamente, por el jefe del Estado mayor del Ej¨¦rcito de Tierra, teniente general Jos¨¦ Faura, quien "lamenta profundamente" lo ocurrido, seg¨²n una nota remitida por el Cuartel general del Ej¨¦rcito de Tierra. Estas sanciones se suman al cese del coronel Manuel Lozano, director de la Escuela Militar de Alta Monta?a de Jaca.