El negocio del siglo
Se calcula que Tiger Woods puede ganar en los pr¨®ximos 10 a?os 1.000 millones de d¨®lares. ?C¨²anto har¨¢ ganar a Nike?
![Carlos Arribas](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2Fe3f9d365-91a0-4554-a5c4-70f3bf1ea029.png?auth=e6426bc0be73ca7a1a032b8f3a5a8f5479303facc987fc5270aa197eb094c06b&width=100&height=100&smart=true)
Al final resultar¨¢ que Nike compr¨® a Tiger Woods en las rebajas. Cuando el gigante norteamericano de ropa deportiva firm¨® un contrato con el prodigio del golf por 40 millones de d¨®lares (unos 5.760 millones de pesetas) por cinco a?os de exclusividad, la competencia enarc¨® las cejas. "Esta vez se van a estrellar", dijeron los ejecutivos de las empresas rivales, deseosos de ello dado el temor que les infunde la agresiva pol¨ªtica comercial de Nike, que no deja ning¨²n deporte sin tocar. Apenas ocho meses despu¨¦s, los pronosticadores del gran descalabro rival se mesan los pelos en desconcierto. Despu¨¦s de la victoria de Woods en el Masters de Augusta, aquellos 40 millones de d¨®lares suenan a saldo. Mucho m¨¢s dar¨ªan ellos por la perla negra del deporte mundial. Es el negocio del siglo.El golf en Estados Unidos era hasta ahora un deporte de ricos, blancos y viejos. Un mercado casi saturado. Con la llegada del Tigre, los analistas esperan que lo sea tambi¨¦n de j¨®venes, negros y clases medias. Con un mercado m¨¢s amplio, las ventas se disparar¨¢n. Los c¨¢lculos mas conservadores dicen que de los 15.000 millones de d¨®lares (m¨¢s de dos billones de pesetas) que se gastaron los norteamericanos en 1994 en art¨ªculos de golf se pasar¨¢ a 21.000 millones en el a?o 2000, un aumento del 40%.
Gran parte de ese 40% lo quieren capitalizar Nike y Titleist -una marca de pelotas de golf que controla el 40% del mercado mundial y que es el otro patrocinador del Tigre por 20 millones de d¨®lares en cinco a?os- gracias a la figura del Tigre. Nike por ahora s¨®lo se concentra en ropa y calzado, pero no descarta poner su etiqueta tambi¨¦n a los palos, la parte del le¨®n de las ventas del golf. Su primera medida ser¨¢ sacar en el plazo de un a?o una l¨ªnea deportiva con la firma del Tigre -el equipo dominguero del tigre, todo en color rojo-, al m¨ªsmo nivel que el Air Jordan basado en la estrella de la NBA. Su c¨¢lculo econ¨®mico: aumentar sus ventas en un 60%, hasta 180 millones de d¨®lares (unos 26.000 millones de pesetas) en 1998.La imagen que proyecta Woods -chico bueno, amante de su familia, religioso, nada de esc¨¢ndalos- le ayudar¨¢ a vender ropa, pero es una bendici¨®n para Nike tambi¨¦n en otro sentido: no es avaricioso. Algunos analistas aventuran que Tiger Woods podr¨ªa ganar hasta 1.000 millones de d¨®lares (unos 144.000 millones de pesetas) en los pr¨®ximos 10 a?os. "Espera a que llamen a su puerta Coca-Cola o McDonalds", dice un experto. "Esas firmas le ofrecer¨¢n mucho m¨¢s que Nike o Titleist porque su mercado es mucho m¨¢s grande". Pero Earl Woods, el padre del golfista, el hombre a quien se rinden cuentas, ya ha puesto un freno al asunto. "No quiero que mi hijo sea el rey de los patrocinios", les dijo a los hombres de IMG, la agencia que representa al jugador. uiero pocos contratos, pero buenos. No quiero que nada le distraiga de jugar al golf".Igual de circunspecto se muestra el jugador en sus gastos. Hasta ahora sus mayores dispendios se han ido en pagar a Hacienda. Para reducirlos, sus asesores fiscales le han dise?ado un programa conservador. Ha trasladado su domicilio fiscal desde su California natal a Florida, donde los impuestos son menores. Para ello se ha comprado una casa en Orlando, en ASSOCIATED PRESS el barrio de Isleworth, y se ha hecho vecino de Shaquille O'Neal. Aparte de esa casa y de otra en California para sus padres, el otro gran gasto del golfista tambi¨¦n se ha debido a razones de ahorro fiscal. En septiembre pr¨®ximo tendr¨¢ a su disposici¨®n un avi¨®n a reacci¨®n Cessna Citation 100, el m¨¢s r¨¢pido en el mercado, valorado en 15,6 millones de d¨®lares (unos 2.246 millones de pesetas) del que ha comprado una octava parte en una operaci¨®n de leasing. Es no s¨®lo un gasto deducible en la declaraci¨®n de la renta: dentro de cinco a?os lo revender¨¢ y recibir¨¢ un 80% de su inversi¨®n.
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