Nemtsov, el ¨²ltimo 'favorito' del Kremlin
La nueva estrella pol¨ªtica rusa libra un combate desigual contra los grandes monopolios heredados de la URSS
Entre los pol¨ªticos que intermitentemente se encumbran en el Olimpo ruso, como potenciales sucesores de Bor¨ªs Yeltsin, ninguno ha gozado de una "campa?a de marketing e imagen" como la que est¨¢ arropando a Bor¨ªs Nemtsov, el ¨²ltimo favorito del Kremlin.En la carrera de todo dirigente ruso que se precie no puede faltar un libro sobre filosof¨ªa de la vida, y Nemtsov, a sus 37 a?os, acaba de publicar el suyo. Se llama El provinciano y es la "novedad" estrella en las principales librer¨ªas de Mosc¨². El compendio de reflexiones sobre el mundo, Rusia y sus gentes importantes ha sido publicado por una de las editoriales m¨¢s din¨¢micas del pa¨ªs y se vende al m¨®dico precio de 14.000 rublos (menos de 300 pesetas).
El provinciano representa la tarjeta de visita con la que el ex gobernador de la provincia de Nizhni N¨®vgorod, ha llegado a Mosc¨² para ser primer vicejefe del Gobierno y ministro de Combustibles y Energ¨ªa y para probar sus fuerzas en combate desigual contra los grandes monopolios heredados de la URSS. Los observadores son reservados a la hora de pronosticar si tendr¨¢ o no ¨¦xito en estas tareas, porque el Kremlin unas veces ha domado y otras ha expulsado a pol¨ªticos tan osados como Nemtsov, cuando se atrevieron a tocar alguno de los nudos neur¨¢lgicos del sistema de complicidades, cuidadosamente equilibradas, entre las principales "familias" de la econom¨ªa y la pol¨ªtica rusa.
El envoltorio con el que Nemtsov se ha "puesto a la venta" al electorado es evidente: representa, seg¨²n sus editores, "la encarnaci¨®n de una nueva generaci¨®n de pol¨ªticos rusos, joven, culto, capaz de marcarse tareas claras y de lograr con firmeza su cumplimiento". Sonr¨ªe con facilidad poco com¨²n entre sus avinagrados colegas y cae bien a la gente, como demuestran las encuestas.
La modestia no es una de las caracter¨ªsticas de Nemtsov, que gusta de tutear y utilizar diminutivos incluso con desconocidos (a Margaret Thatcher, a quien conoce y admira, la califica de "abuela"). "Soy una persona ambiciosa y lista", se?ala la nueva estrella, que dice ser aficionado a "los juegos verdaderos, grandes y en serio".
Nemtsov fue f¨ªsico y trabaj¨® durante una d¨¦cada, de 1981 a 1991, en un instituto de investigaci¨®n de Gorki (hoy Nizhni N¨®vgorod). A finales de los ochenta, se meti¨® en pol¨ªtica, por la puerta del movimiento ecol¨®gico y particip¨® en una campa?a contra la construcci¨®n de una central nuclear. En 1990 fue elegido diputado del Parlamento estatal ruso y posteriormente milit¨® en el movimiento democristiano, que dej¨® en 1991, cuando Yeltsin le nombr¨® gobernador, un cargo que Nemtsov renov¨® luego en las urnas.
Nemtsov asegura que su tendencia al compromiso es m¨¢s fuerte que su testarudez. En 1991, tras la prohibici¨®n del Partido Comunista de la URSS, supo entablar un di¨¢logo con los miembros de la antigua nomenklatura comunista, y fundirlos en un solo equipo con su propia gente para abordar los problemas de una regi¨®n lastrada por una industria de defensa en crisis. Acudi¨® a Grigori Yavlinski, y de la mano de este economista, surgieron en Nizhni N¨®vgorod los proyectos piloto de la transici¨®n a la econom¨ªa de mercado que inspiraron reformas m¨¢s globales en Rusia.
Con sus subastas de privatizaci¨®n de empresas, sus ejercicios de desmembramiento de monopolios locales, de privatizaci¨®n de la tierra y reformas de los servicios comunitarios, Nizhni N¨®vgorod se convirti¨® en una regi¨®n modelo, y hacia ella se canalizaron, desde el inicio mismo del poscomunismo, las inversiones y la atenci¨®n de los organismos financieros internacionales. Este papel de "isla ejemplar del capitalismo" dur¨® tres a?os hasta que el progreso "se atasc¨®".
Desde el punto de vista de la integridad personal, la reputaci¨®n de Nemtsov no est¨¢ empa?ada por la sombra de ingresos dif¨ªciles de explicar (que planea sobre Anatoli Chub¨¢is, el otro viceprimer jefe del Gobierno) o por sospechas de cuentas corriente a nombre de testaferros (que, de vez en cuando, se cierne sobre el jefe del Gobierno, V¨ªctor Chernomirdin). Un pol¨ªtico de Nizhni N¨®vgorod asegura que Nemtsov ha sacado conclusiones de la estafa realizada por uno de sus amigos, el empresario Andr¨¦i Klementev, que defraud¨® dos millones de d¨®lares de un cr¨¦dito internacional destinado a la reconstrucci¨®n de unos astilleros. Nemtsov es un abogado a ultranza del concurso p¨²blico. Ahora, intenta introducirlo a escala estatal.El ex gobernador tiene una excelente relaci¨®n con Yeltsin, lo que sigue siendo el criterio b¨¢sico para la promoci¨®n pol¨ªtica en Rusia. En opini¨®n de Nemtsov, Yeltsin es "un verdadero zar ruso", "bastante descuidado", "a menudo valeroso" y "a menudo durmiente como un oso". En 1994, durante una visita a Nizhni N¨®vgorod, seg¨²n cuenta, Yeltsin le propuso que fuera su sucesor en la presidencia. Y los familiares del presidente no son insensibles a los encantos del pol¨ªtico de negros rizos. El nuevo favorito puede ser un provinciano, pero conoce las entretelas del poder y no se hace ilusiones. Sabe que cualquier miembro de la ¨¦lite puede convertirse en un paria en cuesti¨®n de d¨ªas.
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