"Eres el m¨¢s grande", "eres, el m¨¢s golfo"

A Fabio Capello le gusta que el silencio impere en los entrenamientos. Por eso hace tiempo coloc¨® carteles en las inmediaciones del campo en el que cada d¨ªa trabaja la plantilla. Esa petici¨®n, generalmente aceptada por los aficionados otros d¨ªas, qued¨® totalmente rota ayer.La tribuna de la Ciudad Deportiva se convirti¨® en la primera prueba de popularidad para el t¨¦cnico madridista despu¨¦s de que se conociera su decisi¨®n de marcharse."Eres el m¨¢s grande del mundo pirope¨® un aficionado al t¨¦cnico, que en ese momento supervisaba el entrenamiento. "... y de los golfos", a?adi¨® otro.

"Nunca el Madrid ha tenido un entrenador como t¨²", sigui¨® el hincha partidario de Capello. "Ni uno que gane lo que t¨²", respondi¨® el m¨¢s cr¨ªtico. M¨¢s a favor: "Hay que aplaudirle el d¨ªa del Sporting". M¨¢s en contra: "S¨ª, ya ver¨¢s, habr¨¢ pitos y flautas".

Capello se volvi¨® a la tribuna e hizo un gesto para pedir tranquilidad. El fan del t¨¦cnico se volvi¨® entonces ante el que protestaba: "?C¨®mo puedes meterte con ¨¦l?. Capello ha acabado con la mara?a del vestuario, y no el presidente. Ya se ha acabado eso de que los jugadores, como con Butrague?o y Michel, sean los que manden".

Mientras los jugadores se entrenaban miraban de reojo a la tribuna y a su t¨¦cnico. Capello, antes de comenzar la sesi¨®n de trabajo, les hab¨ªa reunido para comunicarles su decisi¨®n. "Me marcho, pero debemos permanecer m¨¢s unidos que nunca para lograr nuestro objetivo, que es ganar la Liga", les dijo. Previamente, alg¨²n jugador le pregunt¨®: "?Lo de anoche en la radio es verdad?. La encuesta de popularidad prosigui¨® tras la conferencia de prensa de Capello, cuando el entrenador se encamin¨® hacia su coche. Entonces las voces cr¨ªticas fueron casi un¨¢nimes: "Golfo", "mercenario" y "mafioso" fueron algunos de los calificativos que Capello tuvo que escuchar de los aficionados. Otro aficionado le insult¨® en italiano. Capello, sin levantar la vista, se introdujo r¨¢pidamente en su autom¨®vil y abandon¨® la Ciudad Deportiva.

A partir de ahora, cada aparici¨®n del t¨¦cnico ser¨¢ una nueva prueba.