Italia liga la reforma de Maastricht a su entrada en el euro

Italia vive. Ayer lo demostr¨® al revolverse contra sus socios europeos y lanzarles una amenaza de veto a la reforma de Maastricht, un proyecto que a su juicio no se puede desvincular del euro. Oficialmente, nada tiene que ver un proceso con otro, pero entre l¨ªneas y con toda claridad, el Gobierno italiano los vincul¨® ayer: si Italia no est¨¢ en el euro va a ser muy dif¨ªcil que su Gobierno firme una reforma que no recibir¨ªa luego el refrendo de su Parlamento.La operaci¨®n que devuelve a Italia al coraz¨®n de la pol¨ªtica en estado puro se ha realizado en dos fases. La primera, la publicaci¨®n ayer en la prensa italiana de un dur¨ªsimo art¨ªculo de su ministro de Asuntos Exteriores, Lamberto Dini, reclamando una profunda reforma del Tratado de Maastricht que vaya mucho m¨¢s all¨¢ del puro lavado cosm¨¦tico con que parecen conformarse franceses y alemanes. La segunda parte, m¨¢s matizada, la explicaci¨®n de estas posiciones por parte de Dini a sus colegas, reunidos ayer en Luxemburgo.

"No veo una relaci¨®n entre el euro y la reforma de Maastricht", declar¨® ayer el florentino Dini con maquiav¨¦lica hipocres¨ªa. Pero todo su texto en Il Corriere della Sera, toda su conferencia de prensa y buena parte de sus explicaciones a sus colegas hab¨ªan rezumado esa relaci¨®n. Roma tiene una excusa oficial para vetar la reforma: que se queda corta. Pero hay un objetivo oficioso: sin euro para Italia no habr¨¢ Maastricht 2.

Primera reacci¨®n, ayer mismo, en caliente, del ministro franc¨¦s Herv¨¦ de Charette. "La Comisi¨®n Europea ha sido muy severa con Italia" en sus proyecciones sobre el euro, dijo al abrir su rueda de prensa y sin que nadie le hubiera planteado el tema. Es un primer apoyo a la presi¨®n de Dini. Le llega de un socio ambiguo, Francia, que desear¨ªa ver a Italia en el euro pero apenas puede susurralo para no encolerizar al gigante alem¨¢n, demasiado preocupado por la oposici¨®n de su opini¨®n p¨²blica a la desaparaci¨®n del marco. M¨¢s cautela en Espa?a, que en p¨²blico no dice nada y en privado afirma "comprender" la inquietud italiana por el mal informe que de su econom¨ªa hizo Bruselas.