Avalancha sobre ruedas

Javier es un apasionado de las motos. Conduce una enorme Kawasaki -ZXR-750 de color rojo, que cada vez utiliza menos para circular por su barrio. En su calendario, un almanaque de acci¨®n de los grandes premios de motociclismo, est¨¢ subrayado en rojo el primer fin de semana de mayo. Cada a?o es lo mismo. Javier, que vive en Barcelona, se pas¨® todo el d¨ªa de ayer sobre su poderosa m¨¢quina, esa que le ofrece 120 caballos de potencia. Su novia de hierro. El cuentakil¨®metros pas¨® m¨¢s de una vez de los 200 kil¨®metros por hora. A N¨¦lida, su novia de carne y hueso, tambi¨¦n le gusta la velocidad.Javier y N¨¦lida buscaban ayer una meta que poco ten¨ªa que ver con el d¨ªa del, trabajo. Viajaban hacia Jerez de la Frontera, la catedral mundial del motociclismo. Como muchos otros miles de motards y aficionados. La ciudad andaluza es cita obligada cada a?o por estas fechas. Los fieles de las dos ruedas recorren cientos de kil¨®metros para asistir al Gran Premio de Espa?a. "Me tiro un mes ahorrando para este viaje. No me lo perder¨ªa por nada", cuenta Javier.

Los organizadores de la carrera y las autoridades hablan de 150.000 personas y m¨¢s de 50.000 motos de todos los colores y tama?os, aunque preferentemente de grandes cilindradas. Tampoco hay edad ni sexo para emprender este viaje. Asistir al gran premio y ver de cerca el intenso duelo entre el espa?ol ?lex Crivill¨¦ y el australiano Mick Doohan no es m¨¢s que una excusa. La excursi¨®n va m¨¢s all¨¢. Se trata de pasar un fin de semana de confraternizaci¨®n, de dar rienda suelta al esp¨ªritu m¨¢s salvaje de la moto.

"Venir a la carrera est¨¢ bien", dice Eugenio, un amigo de Javier que complet¨®, con su Honda CBR, los 1. 113 kil¨®metros desde Barcelona a su rebufo, en apenas ocho horas."Pero lo que mola es participar a tope de este ambiente", contin¨²a. El ambiente a que se refiere incluye las 72 horas del fin de semana. Por la ma?ana al circuito, por la tarde a descansar un rato y por la noche a pasear por Jerez o por el Puerto de Santa Mar¨ªa. El entretenimiento completo pasa por echar Carreras, derrapar, quemar neum¨¢tico, ir a escape libre o hacer caballitos. En algunas zonas, todas estas actividades est¨¢n m¨¢s o menos controladas. En otros puntos, el libertinaje es total. El a?o pasado, durante los d¨ªas del Gran Premio de Espa?a, murieron nueve personas en accidentes de tr¨¢fico ocurridos cerca o camino de Jerez. Ayer en Cartaya (Huelva), un motorista falleci¨® en una colisi¨®n de cuatro motocicletas que se dirig¨ªan a Jerez. Una de ellas derrap¨® en una curva, a la altura del kil¨®metro 108 de la carretera de Cartaya a Huelva, y se llev¨® por delante a las otras. Seis personas resultaron heridas de gravedad.

Para esta edici¨®n, todas las autoridades han tomado nota. Previsi¨®n y control son las palabras de moda en Jerez y en las carreteras cercanas. Pero tampoco hay que reprimir. El gran premio y sus miles de motards son la gallina de los huevos de oro y no hay que matarla. Un estudio econ¨®mico de la repercusi¨®n de la carrera en la regi¨®n anuncia que en 1996 gener¨® 5.000 millones de pesetas en sectores como la hosteler¨ªa, alimentaci¨®n, gasolineras, transportes, peque?os comercios... Por eso el Ayuntamiento paga m¨¢s de 100 millones para tener el derecho a acoger una prueba del Mundial.

La inversi¨®n para este a?o ha sido superior. El circuito de Jerez ha sufrido una profunda remodelaci¨®n para evitar que se repitan los incidentes del ano pasado, cuando parte del p¨²blico invadi¨® la pista antes del final de la carrera de 500cc. Entonces, la lucha cerrada entre Crivill¨¦ y el rey Doohan provoc¨® el ¨¦xtasis prematuro de los aficionados y el piloto de Seva lo pag¨® con su ca¨ªda.Esta vez se llega a la tercera carrera de la temporada en una situaci¨®n parecida. Pero Jerez est¨¢ preparado. Se han invertido 50 millones de pesetas en mejorar la seguridad. Las vallas que separan el asfalto de las zonas de p¨²blico han crecido y engordado. No s¨®lo cuentan los riesgos. Tambi¨¦n la imagen. Las carreras se transmitir¨¢n por m¨¢s de 100 televisiones de todo el mundo.