Kabila deja plantado a Mobutu en alta mar
ENVIADO ESPECIAL El l¨ªder rebelde, Laurent Kabila, ha asestado un inesperado golpe al. encuentro que ayer deb¨ªa haber sostenido con Mobutu Sese Seko. Kabila, en un medido desplante a EE UU, organizador de la cumbre, esper¨® a que el presidente zaire?o se hallara a bordo del barco surafricano Utenika para anunciar que no iba a acudir a esta reuni¨®n por razones de seguridad y porque no hab¨ªa sido invitado oficialmente. Mobutu, furioso, sinti¨¦ndose estafado por todos, exigi¨® el inmediato regreso del buque de aguas internacionales al puerto de Pointe Noire (Congo), donde desembarc¨®.
Los norteamericanos esperan a¨²n evitar el colapso total de la soluci¨®n negociada e intentar la convocatoria de otra cita. Su intenci¨®n era aislar a los dos l¨ªderes hasta que encontraran una soluci¨®n negociada a la guerra, en una f¨®rmula parecida a la que se aplic¨® en Dayton para la ex Yugoslavia.Lo ocurrido ayer tarde demuestra que la desconfianza es enorme. Por la ma?ana, algunos de los colaboradores de Mobutu presum¨ªan abiertamente de que el l¨ªder rebelde iba a ser asesinado. Kabila ha utilizado el asunto de la seguridad como argumento esencial para negarse a subir al helic¨®ptero que le deb¨ªa trasladar de Luanda (Angola) al Utenika. Poco antes, el propio Mobutu hab¨ªa logrado posponer la partida del barco en cinco horas El dictador tampoco quer¨ªa volar porque las vibraciones pueden afectar a su recuperaci¨®n m¨¦dica (ha sido operado de c¨¢ncer de pr¨®stata). A Mobutu le acompa?a el presidente surafricano, Nelson Mandela.
El gesto de Kabila y, sobre todo, el momento elegido, parece m¨¢s una treta para posponer cualquier cumbre y ganar tiempo. Una gran columna de 4.000 rebeldes mandados por el hijo del m¨ªtico Mulele ya est¨¢n en los arrabales de Kenge, donde el Ej¨¦rcito de Mobutu ya se ha dado a la fuga. Kenge est¨¢ a mitad de camino entre la conquistada (el martes) Kikwit y la capital zaire?a, Kinshasa. Es decir, Kabila est¨¢ a menos de 280 kil¨®metros de la capital: cinco o seis d¨ªas de marcha. La radio francesa (Radio France International) anunci¨® anoche que Lisala, m¨¢s al norte, en el coraz¨®n de Ecuador, ya hab¨ªa sido tomada por los hombres de Kabila. Lisala es la puerta de Gbadolite.
Con la inesperada suspensi¨®n temporal de la cumbre, Kabila quiere demostrar a Mobutu y a los norteamericanos que no est¨¢ dispuesto a ceder en una mesa de negociaciones lo que tiene al alcance de la mano por la v¨ªa militar. Horas antes de su espantada, el jefe rebelde hab¨ªa repetido que la ¨²nica negociaci¨®n es la fecha de la marcha del dictador. El general Likulia Bolongo, el impopular primer ministro impuesto por Mobutu, tampoco modifica su agenda: creaci¨®n de un Gobierno de reconciliaci¨®n y el alto el fuego. La prensa de la capital revelaba ayer que este general ha ordenado el env¨ªo de 1.000 hombres de la Divisi¨®n Especial Presidencial, el ¨²nico cuerpo de ¨¦lite, para frentar ese avance. En Kinshasa se siguen los acontecimientos con aprehensi¨®n. No s¨®lo empiezan a escasear los alimentos b¨¢sicos -la mandioca y la carne de vaca-, sino que la gente teme que algunos cuarteles aprovechen la ausencia de Mobutu para lanzarse al pillaje.
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