Abrazar al oso ruso
El viaje de los Reyes a Mosc¨² pretende impulsar una relaci¨®n amistosa, pero mortecina en lo econ¨®mico
Los Reyes de Espa?a inician ma?ana una visita de tres d¨ªas a Rusia, todav¨ªa un oso gigantesco y temible, aunque de caminar m¨¢s lento, inseguro e inestable que la URSS, la superpotencia comunista a la que viajaron por vez primera en 1984 . Tienen ante s¨ª el reto de potenciar unas relaciones bilaterales amistosas, sin contenciosos visibles, pero mortecinas y muy por debajo de sus posibilidades, especialmente -en el terreno econ¨®mico.El propio ministro de Asuntos Exteriores, Abel Matutes, reconoci¨® ayer que "es lamentable" que las inversiones y los intercambios econ¨®micos "no est¨¦n a la altura del potencial de ambos pa¨ªses", que tienen econom¨ªas complementarias y entre los cuales, por otra parte, existen "excelentes relaciones pol¨ªticas y mutua simpat¨ªa". Esta situaci¨®n de partida, a?adi¨® Matutes, da al viaje real importancia y justificaci¨®n adicionales.
El programa se desarrollar¨¢ como estaba previsto, tras el susto que provoc¨® el jueves una noticia de la agencia oficial Itar-Tass en la que se dec¨ªa que el presidente ruso, Bor¨ªs Yeltsin, estar¨ªa de vacaciones en el mar Negro cuando llegasen los Reyes. El Kremlin y la Casa del Rey lo desmintieron rotundamente.
El viaje es devoluci¨®n de la visita que Yeltsin efectu¨® a Espa?a en abril de 1994, durante la cual se firmaron el Tratado de Amistad y Cooperaci¨®n (marco esencial de la relaci¨®n bilateral) y varios m¨¢s: cultural, socio-laboral, de medio ambiente y de cooperaci¨®n econ¨®mica y comercial.
El calendario pol¨ªtico y sanitario de Yeltsin y las conmociones que han sacudido a Rusia en los ¨²ltimos tres a?os han impedido que los Reyes devolvieran antes la visita. En 1996, el presidente ruso estuvo m¨¢s tiempo de baja m¨¦dica que en el Kremlin y, para mayor complicaci¨®n, tuvo que afrontar unas dif¨ªciles elecciones, en un a?o en el que tambi¨¦n los espa?oles tuvieron que pasar por las urnas.
Esa prioridad de la agenda interna ha tenido bastante que ver en la desaceleraci¨®n de la relaci¨®n bilateral, especialmente visible en el terreno econ¨®mico y que no se corresponde con el potencial de ambos pa¨ªses. En 1996, Espa?a export¨® a Rusia por un valor de 74.956 millones de pesetas e import¨® por 163.137 millones, en su mayor parte productos petrol¨ªferos.
Rusia quiere atraer a los inversores espa?oles, pero todav¨ªa les asusta. Hay ejemplos de buenos negocios (como los de Campofr¨ªo, Kelme o Mercasa), pero tambi¨¦n de algunos ruinosos. El m¨¢s llamativo es el de Codorn¨ªu, que tuvo que retirarse con p¨¦rdidas de m¨¢s de 2.200 millones tras sufrir la fuga de 230.000 cajas de cava, que fueron a parar a manos de la mafia. El crimen organizado, la corrupci¨®n y una aplicaci¨®n insuficiente del imperio de la ley (o sea, la ausencia de reglas de juego claras a las que atenerse) echan para atr¨¢s a muchos empresarios, que prefieren mercados m¨¢s seguros y previsibles.
Yeltsin ha reforzado su Gobierno con dos segundos, Bor¨ªs Neintsov y Anatoli,Chub¨¢is, que, por encima de sus evidentes diferencias (entre ellos y con el propio jefe del Ejecutivo, V¨ªktor Chernomirdin) est¨¢n empe?ados en profundizar en una reforma econ¨®mica radical bajo el signo de la econom¨ªa de mercado. Los efectos indeseados de esa pol¨ªtica han sido las tremendas desigualdades sociales, la espectacular reducci¨®n de la producci¨®n industrial y el producto interior bruto, el impago de salarios (a veces de miseria) por importe de m¨¢s de un bill¨®n de pesetas y el riesgo (difundido a grito pelado por Alexandr L¨¦bed y minimizado por el r¨¦gimen) de una explosi¨®n social e incluso de un escenario a la albanesa.
El ministro de Econom¨ªa, Yakov Urinson, hizo notar hace un par de semanas, en una entrevista concedida a EL PA?S en Madrid, que "el que entre el primero ser¨¢ el que saque m¨¢s ventaja" y minimiz¨® los riesgos que debe afrontar la inversi¨®n -extranjera. La corrupci¨®n, dijo, "tiene ahora menos alimento" que en el pasado, al existir una base econ¨®mica m¨¢s s¨®lida, y las mafias no tienen por qu¨¦ cruzarse en el camino de quien quiera hacer negocios limpios en Rusia.
?se fue el mensaje que intent¨® vender en un seminario sobre Invertir y hacer negocios en Rusia, pero muchos de sus oyentes lo recibieron con escepticismo. El mismo mensaje escuchar¨¢n en Mosc¨² los Reyes, y los 80 empresarios que les acompa?an. Don Juan Carlos clausurar¨¢ el martes, con Nerritsov, una reuni¨®n hispano-rusa de hombres de negocios.
20 a?os despu¨¦s
El pasado 9 de febrero se cumplieron 20 a?os del restablecimiento de relaciones y, con ese motivo, hubo intercambios de mensajes de Gobierno a Gobierno. Dos viceprimeros ministros rusos han visitado Espa?a ¨²ltimamente y el alcalde de Mosc¨², Yuri Luzkhov (uno de los m¨¢s firmes candidatos a suceder a Yeltsin) viaj¨® igualmente a Madrid, pero el ritmo lento de la relaci¨®n bilateral no se alter¨® sustancialmente. Los Reyes intentar¨¢n romperlo ahora.
Est¨¢ previsto que don Juan Carlos mantenga una larga entrevista con Yeltsin en el Kremlin, donde se alojar¨¢n los Reyes y algunos miembros de la delegaci¨®n que les acompa?a. En ese encuentro y en los contactos del ministro de Exteriores, Abel Matutes, se hablar¨¢ con toda seguridad de la forma de dar un nuevo impuso a las relaciones, de los lazos con la Uni¨®n Europea y, sobre todo, de la cuesti¨®n m¨¢s candente del calendario pol¨ªtico internacional en la que Rusia est¨¢ implicada: la ampliaci¨®n de la OTAN a pa¨ªses de Europa del Este, antiguos sat¨¦lites de la URSS y vistos a¨²n en Mosc¨² como una especie de colch¨®n de seguridad.
La ampliaci¨®n se decidir¨¢ en la cumbre de la Alianza de julio, en Madrid, y todo parece indicar que los ¨²ltimos flecos del compromiso que tranquilice a Rusia, incluida la firma solemne de un acuerdo con la OTAN en Par¨ªs (probablemente el 27 de mayo), estar¨¢n superados para entonces. Pero el tema se tratar¨¢, aunque fuentes diplom¨¢ticas espa?olas recuerdan que es el secretario general de la Alianza, Javier Solana, quien lleva directamente la negociaci¨®n con el ministro ruso de Exteriores, Yevgueni Primakov, quien seguramente estar¨¢ ausente de su pa¨ªs cuando lleguen los Reyes.
El objetivo de la visita no es alcanzar compromisos concretos. Es probable, no obstante, que se suscriban, si se superan algunos problemas t¨¦cnicos, un tratado sobre extradici¨®n y -otro sobre personas condenadas. Seg¨²n afirm¨® ayer Matutes, queda pendiente la firma de acuerdos contra la doble imposici¨®n y sobre transportes y protecci¨®n mutua de las inversiones.
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