En clave de humor
Te?ida de humor, la cr¨ªtica m¨¢s acerba se hace tolerable. Pero ello no constituye un salvoconducto para que la cr¨ªtica que se expresa en EL PA?S mediante el humor -c¨®mic, historieta, chiste- se realice al margen de los principios y las normas del Libro de estilo. La Asociaci¨®n Espa?ola de Empresas de Servicios de Publicidad Directa (AESPD) se ha sentido molesta -incluso "indignada"- ante una tira de c¨®mic de Alter Rollo (El Pa¨ªs de las Tentaciones de 21 de marzo) que crea una historia relacionada con determinadas pr¨¢cticas atribuidas a este sector de publicidad directa como el env¨ªo de invitaciones repetidas a los actos culturales. Pero, como no hay mal que por bien no venga, la situaci¨®n no deja de reportarle agradables beneficios al protagonista de la historia: "La verdad es que, si empezasen a mandarme s¨®lo una invitaci¨®n, ya no podr¨ªa llevar a mis amigotes del barrio a merendar gratis a todas las inauguraciones", concluye complacientemente.En representaci¨®n de AESPD, su secretaria general, Mar¨ªa del Mar Moya-Angeler, califica de "corrosiva" la tira de Alter Rollo y expresa "la indignaci¨®n despertada en nuestro sector por su publicaci¨®n, que con este motivo se ha sentido injustamente atacado precisamente en un espacio como el del humor, especialmente dado a establecer opiniones que en este caso creemos sinceramente que deben tener como contrapartida una informaci¨®n veraz".
La representante de AESPD se?ala, sin duda, una cuesti¨®n central: la veracidad de los hechos de los que se informa o que sirven de apoyo para emitir una opini¨®n. ?Se producen las pr¨¢cticas de publicidad directa sobre las que Alter Royo ha montado su tira c¨®mica? El hecho de que la propia AESPI), seg¨²n la carta que su representante ha enviado al Defensor del Lector, haya decidido crear una asociaci¨®n y un c¨®digo deontol¨®gico "para intentar en la medida de lo posible que las circunstancias resaltadas en la mencionada entrega de Alter Rollo no se produzcan" parece indicar que esas pr¨¢cticas existen o que son susceptibles de existir.
El autor de la tira c¨®mica ha respondido al Defensor del Lector que "el gui¨®n de la historieta est¨¢ inspirado en unos hechos frecuentes en la realidad. Tanto", a?ade, "como para que los mismos profesionales hayan cre¨ªdo necesaria la formaci¨®n de una asociaci¨®n y un c¨®digo deontol¨®gico que intente evitarlos". En todo caso, su intenci¨®n ¨²ltima a la hora de elaborar la historieta, seg¨²n afirma, "fue m¨¢s reflejar las contradicciones del alma humana que denunciar la picaresca de algunas empresas de alg¨²n colectivo. Siento", concluye, "que, debido a la utilizaci¨®n del estilo sint¨¦tico que demanda el humor, se haya podido interpretar una an¨¦cdota como una definici¨®n de un sector profesional, pero considero desproporcionado indignarse por ello. ?Cu¨¢l tendr¨ªa que ser si no, por ejemplo, la reacci¨®n de la C¨¢mara de Comercio ante las repetidas estafas del tendero ladr¨®n de la cl¨¢sica 13 Rue del Percebe?".
El Defensor del Lector ha cre¨ªdo aportuno pedir al responsable de El Pa¨ªs de las Tentaciones, Fernando Rimblas, una definici¨®n del humor que se hace y se intenta hacer en este suplemento. Es posible que ello sirva a los que, como ha sucedido con AESPD, puedan sentirse heridos por alguna de sus historias c¨®micas para comprender mejor el esp¨ªritu con que se hacen. Para Rimblas, "El Pa¨ªs de las Tentaciones ha hecho del humor una de sus se?as de identidad. Y siempre hemos apostado por un humor bienintencionado, inteligente y reflexivo. En sus p¨¢ginas naci¨® Cuttlas, el genial personaje de Calpurnio que ahora recorre otros ¨¢mbitos". Y respecto de Alter Rollo, un conocido cercano del dibujante Mauro Entrialgo, Rimblas dice que "aplica sobre la realidad m¨¢s inmediata una visi¨®n peculiar, mezcla de perplejidad y burla ingenua, pero nunca ofensiva o destemplada". "Una revisi¨®n de las historietas publicadas por Mauro Entrialgo en el Pa¨ªs de las Tentaciones", concluye Fernando Rimblas, "permite comprobar su falta de agresividad y su escasa voluntad de pol¨¦mica. En todo caso, no es intenci¨®n de este suplemento atacar a nadie, y menos desde el espacio que cada semana dedicamos a la sonrisa estimulante".
Efectivamente, el Defensor del Lector cree que la mejor reacci¨®n ante la cr¨ªtica hecha en clave de humor es la sonrisa, aunque sea amarga, y no la indignaci¨®n. Incluso en el derecho penal, el ¨¢nimus iocandi, es decir, la intenci¨®n jocosa o festiva, suele interpretarse por los jueces como un elemento atenuante y que puede hasta anular la intencionalidad injuriosa u ofensiva de la cr¨ªtica. Eso l¨ªa sido as¨ª incluso en aquellos 40 a?os en que la cr¨ªtica pol¨ªtica estuvo severamente perseguida en Espa?a y el humor era el ¨²nico espacio en que pod¨ªa manifestarse t¨ªmidamente (muchos espa?oles recordar¨¢n todav¨ªa con reconocimiento el papel pionero de La Codorniz en este campo). Por eso, en la sociedad espa?ola actual se ha percibido como algo desfasado y anormal, es decir, como un latido de otro tiempo, el ataque lanzado recientemente desde concretos c¨ªrculos ultraconservadores pr¨®ximos al Gobierno contra la emisi¨®n del espacio Las noticias del gui?ol de Canal +.
Sobre el humor y sus efectos tonificantes en la sociedad, el dibujante y humorista Peridis ha escrito este bello y penetrante texto a petici¨®n del Defensor del Lector: "La risa, la comedia y la caricatura son instrumentos que desde muy antiguo tiene la sociedad para reformar el car¨¢cter de sus individuos. No pretenden herir, insultar y agredir. Al contrario, pasar del drama a la comedia. Bajan del pedestal a las personas que est¨¢n en lo alto y curan el temor y la envidia que causan a los dem¨¢s de una manera amable e inteligente. Como dice Bergson, 'es necesario que cada uno de sus miembros est¨¦ atento a lo que le rodea y se moldee de acuerdo con el entorno, evitando, en suma, encerrarse en el car¨¢cter como en una torre de marfil'. Y por eso la sociedad hace que sobre cada cual se cierna, si no la amenaza de una correcci¨®n, al menos la perspectiva de una humillaci¨®n que no por ser ligera resulta menos temible".
Los lectores pueden escribir al Defensor del Lector o telefonearle al n¨²mero (91) 337 78 36.
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