Maldito viento
Cuando los antiguos sufr¨ªan los embates del viento que alborotaba las faenas agr¨ªcolas y hac¨ªa naufragar las naves, alzaban los pu?os al olimpo y blasfemaban de Eolo. Cuando los toreros se enfrentan al toro del viento, m¨¢s peligroso que el de los cuernos, sacuden capotes y muletas y mascullan maldiciones a los dioses modernos. Y es que no hay peor enemigo para el torero que el maldito viento.Entre las arremetidas del viento, que no ces¨® en toda la tarde, y la encastada pegajosidad y mal genio de los novillos de Chenel, el festival se fue al traste. Ninguno de los seis matadores pudo lucirse a gusto. Anto?ete, con el novillo m¨¢s chico del encierro, manso en varas, anduvo con muchas precauciones y falta de confianza, para terminar desbordado. Fueron muy visibles sus gestos de enojo por las molestias del vendabal.
Chenel / Seis matadores
Novillos despuntados de AntonioChenel, bien presentados, mansos en general, con genio. 3?, manejable. 4? encastado y boyante. Anto?ete: silencio. Jaime Ostos: silencio. Andr¨¦s V¨¢zquez: aviso, silencio. Jos¨¦ Fuentes: silencio. L¨¢zaro Carmona: oreja. Ramiro Jim¨¦nez: silencio. Le perdonaron un aviso. Plaza de M¨®stoles. 4 de mayo. Festival a beneficio de la ONG Letra. Un cuarto de entrada.
Ocurri¨® lo mismo con Jaime Ostos y Jos¨¦ Fuentes. El primero, con un novillo que lleg¨® a la muleta con mucho genio, lo ¨²nico que pudo hacer fue andar a la defensiva. Lo mat¨® con entrega de una estocada delantera. El segundo se enfrent¨® al ¨²nico astado que no manse¨® con el caballo. Entre gestos de disculpa por las molestias de los c¨¦firos, trat¨® de meter el pico, pero el bicho se le colaba por el hueco.
Andr¨¦s V¨¢zquez consigui¨® sacar alg¨²n pase vistoso y pas¨® apuros al matar.
La orejita de la tarde se la llev¨® L¨¢zaro Carmona con una faena a un manso que se quer¨ªa ir y al que persigui¨® por toda la plaza.
Cerr¨® el aburrido festejo el novillero Ramiro Jim¨¦nez, que hizo lo que pudo. En resumen: ?maldito viento!
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