Un se?or mirador
Un risco evoca al noble poeta en uno de los parajes m¨¢s laber¨ªnticos y con m¨¢s vistas de La Pedriza
De cuantas voces resuenan en los canchos de la Pedriza, ninguna tan alta ni tan dulce -m¨¢s alta que los buitres, m¨¢s dulce que la jara- como la de don ??igo L¨®pez de Mendoza. Su abuelo Pero Gonz¨¢lez, el que muri¨® en Aljubarrota, ya hab¨ªa entonado en loor del Guadarrama: "A m¨ª grave me ser¨ªa / dexar los prados con flores, / en mayo la fuente fr¨ªa... / C¨®mo dexar¨¦ la sierra / do ay aire y truchas finas...". Mas segur¨¢ el marqu¨¦s de Santillana (y conde del Real de Manzanares) quien, a principios del siglo XV, ponga la primera piedra literaria del laberinto pedricero: "Des?endiendol Yelmo ¨¢ yusso, / contral Bovalo tirando, / en esse valle de susso, / v¨ª serrana estar cantando: / salu¨¦la, segunt es uso, / ¨¦ dixe: 'Serrana, estando / oyendo, yo non m'excuso / de facer lo que mand¨¢res...". Por ello no deja de sorprendernos que, entre miles de riscos y pe?ascos, tan s¨®lo uno evoque hoy el t¨ªtulo del marqu¨¦s: la pared de Santillana. A Unamuno le plac¨ªa el poemilla porque le parec¨ªa una cosa muy democr¨¢tica que un arist¨®crata se holgase con una campesina y encima lo contase en una serranilla, que era un verso popular. En un art¨ªculo publicado en El Sol en el verano de 1932, el noventanyochista vindicaba -despu¨¦s de cinco siglos de olvido- el paisaje de la Pedriza e, inseparable de ¨¦l, la sombra del noble que supo "ponerse a toque con el pueblo" cantando como "canta el agua del naciente Manzanares con acento castellano". Por intercesi¨®n del marqu¨¦s, la Pedriza volv¨ªa a estar en boca de todos, y la Junta de Parques. Nacionales declaraba en aquellas mismas calendas Sitio de Inter¨¦s Natural este paraje, "notable por la singular belleza del agreste roquedo gran¨ªtico, en el que destacan los abruptos y casi inaccesibles riscos de los Pinganillos, de peregrinas formas": en la cuerda de los Pinganillos, precisamente, se halla la pared de Santillana.Nobleza de esp¨ªrituEl camino que lleva hasta este ilustre farall¨®n no es nada que est¨¦ fuera del alcance del com¨²n de las gentes, pero exige cierta nobleza, de esp¨ªritu para no sucumbir al desaliento en los varios repechos, angosturas y pasos subterr¨¢neos que presenta. Nace ¨¦ste en Canto Cochino, desde donde habr¨¢ que bajar al r¨ªo Manzanares para cruzarlo por el puente que cae a levante del aparcamiento y luego remontar el arroyo de la Majadilla rastreando las marcas rojas y blancas pintarrajeadas por doquier. La autopista de la Pedriza -as¨ª se llama a esta transitad¨ªsima senda- conducir¨¢ al excursionista hasta una nueva pasarela, y ya en la otra orilla deber¨¢ seguir id¨¦nticas se?ales para ascender al collado de la Dehesilla o de la Silla, que tal parece esta escotadura: montura de gigante a lomos de la Pedriza.Desde el collado, pero ahora rumbo norte, una trocha jalonada con trazos de pintura amarilla y blanca trepa por los enrevesados vericuetos de Mataelvicial. El monolito del Torro y la bola de los Navajuelos son los miliarios antediluvianos de esta vereda que obliga a pasar reptando bajo los colosales canchos del Laberinto, que surca praderas recoletas y milagrosos hontanares y que finalmente enfronta, a una hora de la Dehesilla, el murall¨®n de m¨¢s alcurnia de la Pedriza. A 1.800 metros de altura, la pared de Santillana se?orea sobre tierras que fueron del marqu¨¦s: , Miraflores (antes, Porquerizas), Soto del Real (Chozas de la Sierra) y el campo de Manzanares, anegado hoy en parte por el embalse de Santillana.De justicia es que esta excursi¨®n, en la que comenzamos evocando al primer marqu¨¦s de Santillana, acabe dando vistas a la presa que en 1908 obr¨® el genio emprendedor de uno de sus ¨²ltimos descendientes. Cuentan las cr¨®nicas que el rey Alfonso XIII, mientras regresaba a La Granja despu¨¦s de la inauguraci¨®n guiando un Panhard 50 HP -con la "muy suelta y dem¨®crata gorra a cuadros encasquetada a lo madrile?o sobre el rostro austriaco"-, iba exclamando: "?Si en Espa?a hubiese diez o doce hombres como el marqu¨¦s de Santillana!". Pero no sabemos a cu¨¢l de los dos se refer¨ªa.
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