Bolsa de euforia
LOS MERCADOS financieros han registrado nuevos m¨¢ximos hist¨®ricos. Se despide as¨ª una semana en la que las se?ales econ¨®micas avanzadas por las estima ciones de crecimiento del Banco de Espa?a y los re sultados de la encuesta de presupuestos familiares del INE empiezan a ser expresivas de la recuperaci¨®n de la demanda nacional, pieza clave en la satisfacci¨®n de los objetivos de crecimiento de la econom¨ªa para este a?o. Los pr¨®ximos d¨ªas aportar¨¢n muy probablemente novedades favorables de la mano del ¨ªndice de precios al consumo correspondiente al mes de abril, que situar¨¢ la tasa interanual de inflaci¨®n por debajo del 2%. Es de esperar que se renueven las presiones para que el Banco de Espa?a decida un nuevo recorte de los tipos de inter¨¦s.Esas se?ales que refuerzan las expectativas de cumplir las exigencias de acceso a la Uni¨®n Monetaria Europea alimentan ese c¨ªrculo virtuoso en el que est¨¢ inmersa la econom¨ªa espa?ola. Al igual que la mayor¨ªa de las europeas. Pues la presunci¨®n de estabilidad de los precios y de continuidad en el saneamiento de las finanzas p¨²blicas son elementos comunes a las econom¨ªas que aspiran a formar parte de la moneda ¨²nica en 1999. Lo que a su vez provoca un descenso pr¨¢cticamente generalizado de los tipos de inter¨¦s sobre los t¨ªtulos de renta fija y un creciente desplazamiento de los ahorradores hacia activos que, a pesar de su mayor riesgo, hagan posible la obtenci¨®n de rendimientos m¨¢s elevados.
Ese desplazamiento de las preferencias de los inversores hacia los mercados de renta variable sigue amparado en el buen comportamiento de la Bolsa de Nueva York; es decir, en la suposici¨®n de que la econom¨ªa esta dounidense conseguir¨¢ despejar las dudas todav¨ªa exis tentes sobre las tensiones inflacionistas asociadas a esa extraordinaria prolongaci¨®n de su fase expansiva. Algo que, sin embargo, no parece completamente asumido por el banco central de aquel pa¨ªs, la Reserva Federal, a tenor no s¨®lo de la elevaci¨®n de sus tipos de inter¨¦s el pasado 25 de marzo, sino de las advertencias realizadas por su presidente, que hacen temer una nueva subida el pr¨®ximo d¨ªa 25. En un contexto de tan intensa integra ci¨®n internacional, los aparentes veredictos de los mer cados financieros sobre las econom¨ªas en modo alguno pueden considerarse definitivos. La sensibilidad de estos mercados a modificaciones en la rentabilidad relativa de los activos financieros, por peque?as que ¨¦stas sean, puede alterar significativamente situaciones considera das estables.
No hace falta subrayar que esa vulnerabilidad es tanto mayor cuanto m¨¢s lo ha sido el recorrido alcista de las cotizaciones de los activos financieros. En la actualidad existe el convencimiento de que, sin menoscabo de la evoluci¨®n inequ¨ªvocamente favorable de las econom¨ªas industrializadas, en algunas de ellas la sobrecompra de un futuro mejor ha podido ser excesiva. Razones hay para considerar que la alimentaci¨®n de esa euforia Financiera que hoy vive tambi¨¦n la econom¨ªa espa?ola puede ser peligrosa; existen elementos de juicio para asumir que no s¨®lo las cotizaciones burs¨¢tiles pueden estar infladas por ese entorno de reducidos tipos de inter¨¦s, sino que tambi¨¦n ¨¦stos pueden haber generalizado en exceso las virtudes de un entorno macroecon¨®mico cuya continuidad no est¨¢ garantizada en todos los pa¨ªses. Especialmente en aquellos que han hecho del ajuste a los objetivos de convergencia en las finanzas p¨²blicas un ejercicio de circunstancias. Hoy la prudencia es m¨¢s valiosa que las enmiendas tard¨ªas.
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