"El p¨²blico de Madrid es m¨¢s exigente que el de provincias"
Te¨®filo Calle, de 59 a?os, dice que naci¨® como el Ni?o Jes¨²s, de camino, ya que sus padres, que viv¨ªan en la corredera Alta de San Pablo, se vieron obligados a huir por cuestiones de la guerra y su madre le dio a luz en Casas de Ben¨ªtez, en la provincia de Cuenca, un pueblo que no conoce. No tuvo belenes cuando vino al mundo, pero su vida la ha llenado de escenarios por los cuatro costados. Espacios en los que se ha dejado el pellejo como reconocido actor y en uno de los cuales, en el teatro Maravillas, sus compa?eros del mundo del teatro le ofrecieron anoche un c¨¢lido homenaje, para demostrarle que se le quiere y que ha dado un susto grande a las gentes de la escena cuando el pasado invierno padeci¨® una grave enfermedad. El acto proseguir¨ªa a la representaci¨®n de El Tragaluz, de Antonio Buero Vallejo, autor que ha marcado su vida, ya que su primer trabajo importante data de cuando estren¨®, en 1956, la obra Hoy es fiesta, y su ¨²ltima representaci¨®n, antes de caer enfermo, fue hace meses, mientras escenificaba el personaje del padre en el mismo montaje que ahora representa en el Maravillas.Pregunta. ?Cu¨¢ndo vio por primera vez su nombre en un cartel de teatro?
Respuesta. Curiosamente, fue en el transcurso de un homenaje que se le tribut¨® al actor Antonio Riquelme, en el entonces inaugurado teatro Gran V¨ªa, Riquelme me present¨® como rapsoda a la edad de 14 a?os.
P. ?Qu¨¦ hizo cuando descubri¨® que quer¨ªa ser actor?
R. Primero estudi¨¦ en escuelas privadas y luego comenc¨¦ con papelillos en espect¨¢culos folcl¨®ricos y arrevistados, pero a m¨ª me tiraba el teatro de verdad y me met¨ª en la escuela de Arte Dram¨¢tico. Estando all¨ª, a los 18 a?os, me rescataron para el teatro Mar¨ªa Guerrero, que dirig¨ªa Luis Escobar, y me propusieron, con un lenguaje lleno de cortes¨ªa y delicadeza, porque entonces se hablaba muy bien y con mucho respeto, que si ten¨ªa a bien y mi inter¨¦s coyuntural posibilitaba que trabajara en una obra de Buero Vallejo.
P. Buero y un teatro nacional, ?no era entonces a lo m¨¢s que cab¨ªa aspirar?
R. Como que me qued¨¦ de piedra y me dio la risa, porque era la ambici¨®n de mi vida, y me lo ped¨ªan con tanta finura que parec¨ªa que el favor se lo hac¨ªa yo a ellos.
P. A partir de entonces, ?cu¨¢l ha sido su relaci¨®n con la escena?
R. Creo que toda a la que se pueda aspirar. He hecho cl¨¢sicos griegos, latinos, espa?oles, europeos, teatro del absurdo, del p¨¢nico, costumbrista, revista, zarzuela y podr¨ªa seguir recordando una larga lista. El teatro es toda mi vida, mi vocaci¨®n, y ah¨ª es donde me siento realizado, aunque sea por televisi¨®n o sobre un escenario.
P. Usted ha hecho muchas giras, ?qu¨¦ diferencias ha observado entre el p¨²blico madrile?o y el de fuera?
R. El p¨²blico de Madrid es mucho m¨¢s exigente y menos condescendiente que el de provincias, y lo de provincias lo digo en el mejor sentido de la palabra. Fuera, el espectador era menos maleado y sabedor. Aqu¨ª tambi¨¦n hay un p¨²blico excelente, pero lo normal es que sea muy enterado.
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