La OTAN y Rusia llegan a un acuerdo que abre una nueva era para la seguridad europea y mundial
La OTAN y Rusia han arrinconado la guerra fr¨ªa. Inauguraron ayer una nueva era para la seguridad europea y mundial basada en la cooperaci¨®n. El secretario general de la Alianza, Javier Solana, y el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Yevgueni Primakov, acordaron en Mosc¨² el texto de un Acta fundacional de cooperaci¨®n mutua, en una dura negociaci¨®n en la que particip¨® el presidente Bor¨ªs Yeltsin. El acta abre la v¨ªa a la ampliacion sin conflictos. Se firmar¨¢ el pr¨®ximo d¨ªa 27 en Par¨ªs. Y asegura el ¨¦xito de la cumbre de Madrid que acoger¨¢ en la OTAN a ex miembros del Pacto de Varsovia.
Todo fueron parabienes mutuos. Los dos negociadores hablaron en Mosc¨² el mismo lenguaje. "Es una gran victoria para la raz¨®n y para la comunidad mundial", dijo Primakov. "La raz¨®n ha prevalecido, el camino para firmar en Par¨ªs est¨¢ desbrozado", apoy¨® Solana, que reconoci¨® a su interlocutor "la misma firmeza en la defensa de los intereses de su pa¨ªs que yo he puesto en la de los intereses de la OTAN".En la sede de la OTAN, en Bruselas, los 16 embajadores recibieron el texto con entusiasmo. EE UU, Francia, el Reino Unido, Italia y Espa?a lo asumieron en declaraciones p¨²blicas. El ministro espa?ol de Exteriores, Abel Matutes, dijo desde Madrid que el acuerdo configura un panorama de "mayor estabilidad y comprensi¨®n y de mejor relaci¨®n" entre las dos partes. Y el embajador Javier Conde subray¨® que "el documento es muy importante, pasa la p¨¢gina de la guerra fr¨ªa e inaugura una nueva etapa hist¨®rica". Pero la aprobaci¨®n formal no se producir¨¢ hasta el viernes, por el pro cedimiento de silencio. Si a las diez de la ma?ana del viernes no ha llegado a Bruselas ning¨²n voto contrario, quedar¨¢ aprobado.
El documento se bautiz¨® como Acta fundacional sobre las relaciones mutuas de cooperaci¨®n y seguridad entre la OTAN y Rusia. Como no concede vetos ni es un tratado jur¨ªdicamente vinculante -a lo que se negaban los aliados-, no requiere ser ratificado por los Parlamentos. Pero eso no le quita empaque. "Es un compromiso pol¨ªtico serio y solemne", record¨® un portavoz de la Alianza, al llevar la firma de los jefes de Estado o de Gobierno.
La f¨®rmula m¨¢gica
Solana y Primakov necesitaron un largo forcejeo para superar elescollo que se interpon¨ªa al acuerdo: el impacto militar de la ampliaci¨®n. Rusia luchaba para que ¨¦sta no rompa el equilibrio de fuerzas militares, ni nucleares ni convencionales. La Alianza se negaba a que sus nuevos adherentes obtengan un estatuto de segunda fila. Al final, ambas partes realizaron alguna concesi¨®n, para llegar a un "resultado equilibrado, sin vencedores ni vencidos", que permite a todos -tanto a Mosc¨² y Bruselas como a los nuevos socios- "obtener garant¨ªas para su seguridad y autonom¨ªa", seg¨²n fuentes atl¨¢nticas.
?En qu¨¦ consiste la f¨®rmula m¨¢gica? En que la Alianza a?ade un corolario a su compromiso de diciembre seg¨²n el cual no tiene "ni razones, ni intenciones, ni planes" de desplegar armas nucleares en sus nuevos territorios (salvo en caso de crisis, que no se considera previsible). A este triple no le a?ade el compromiso de que evitar¨¢ "establecer almacenes de armas nucleares, ya sea a trav¨¦s de la construcci¨®n de nuevas instalaciones, ya mediante la adaptaci¨®n de las viejas". Este texto redondea la sensaci¨®n de seguridad de Rusia. Y para los aliados "resulta l¨®gico, pues si no pretendemos nuclearizar, tampoco necesitamos m¨¢s instalaciones". A cambio, Primakov desisti¨® de fijar un techo m¨¢ximo (del 5%) para el aumento de las fuerzas convencionales. A la Alianza le bast¨® ratificar su compromiso de marzo de realizar su defensa "asegurando la necesaria interoperabilidad, integraci¨®n y capacidad de refuerzo m¨¢s que por el estacionamiento sustancial de tropas de combate adicionales". Las reducciones se har¨¢n, pa¨ªs por pa¨ªs, en el tratado FACE que se renegocia en Viena y ser¨¢ renegociable cada cinco a?os. La nueva era qued¨® as¨ª servida. Solana viajar¨¢ el viernes a Bonn para reunirse con el canciller alem¨¢n, Helmut Kohl, y el lunes a EE UU para hacerlo con Bill Clinton. A ambos explicar¨¢ los detalles del pacto.
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