Bofill inaugura un "edificio inteligente y cl¨¢sico" en el centro de Par¨ªs

"Es un matrimonio entre la arquitectura cl¨¢sica y la high-tech", resume Ricardo Bofill. El edificio que ayer inaugur¨® el arquitecto en Par¨ªs, en pleno centro de la plaza del March¨¦ Saint-Honor¨¦, respeta algunos de los arquetipos del templo romano o griego -columnas, front¨®n, forma de la cubierta...-, as¨ª como las exigencias de un viejo entramado urbano -calle techada, eje transparente entre dos barrios-, al tiempo que se sirve de robots para garantizar la limpieza de las dos pieles de cristal que cierran los despachos, comercios y galer¨ªas.

"Es un aut¨¦ntico edificio inteligente, que se sirve de las t¨¦cnicas m¨¢s modernas para regular su temperatura, limpieza y aislamiento ac¨²stico" explica el arquitecto. Todo esto ha costado m¨¢s de 410 millones de francos (10.660 millones de pesetas). "Solo en el Jap¨®n puedes encontrar algo parecido en el terreno tecnol¨®gico. En el plano' estil¨ªstico el edificio es la versi¨®n n¨®rdica del Teatro Nacional inaugurado en Barcelona. Son proyectos del mismo a?o".Los compradores, de momento, no parecen tener prisa. La crisis inmobiliaria en Par¨ªs sigue y los metros cuadrados comerciales disponibles se cuentan por millones. "La sociedad financiera (Paribas) no quiere tiendas tradicionales en los bajos del edificio sino servicios de alta tecnolog¨ªa", dice Bofill. Por ahora s¨®lo las cinco plantas de aparcamiento -de hormig¨®n barnizado y con buena megafon¨ªa con m¨²sica de Mozart- tienen garantizada una inmediata ocupaci¨®n total. Las opiniones entre los vecinos son contrastadas: "Es una soluci¨®n fant¨¢stica p ara relanzar el comercio en la zona. Las galer¨ªas de arte atraer¨¢n visitantes y los despachos a gente de alto nivel de consumo. No pod¨ªa pedir nada mejor para mi restaurante", afirma una mujer que dirige un local especializado en vinos regionales.

"Mejor un jardincillo"

"A m¨ª me gusta su transparencia, que el edificio no sea un muro como el que hab¨ªa antes", opina la florista. "Pues a m¨ª tanto cristal me parece una tonter¨ªa. Lo que necesit¨¢bamos era un jardincillo y no 18.000 metros cuadrados m¨¢s de despachos", sentencian en el quiosco.Para Bofill, "era importante que una obra moderna se inscribiese sin problemas en un contexto urbano con una tipolog¨ªa tan clara como la del centro de Par¨ªs. La composici¨®n, armon¨ªa y proporciones del edificio son cl¨¢sicas y se integran tambi¨¦n en nuestra memoria". El arquitecto se refiere tambi¨¦n a la soluci¨®n "a la italiana" adoptada a la hora de urbanizar la plaza. "Para que tenga sentido como lugar de encuentro, de paseo, para que sea confortable estar en ella, lo mejor era renunciar a las aceras, a una delimitaci¨®n estricta de los carriles de circulaci¨®n de veh¨ªculos".

La f¨®rmula semipeatonal, con los espacios se?alados a base de peque?os pilones metalizados, s¨ª parece satisfacer a todo el mundo. S¨®lo el esc¨¦ptico de rigor duda de la bondad de la opci¨®n: "Todo esto es muy bonito mientras est¨¦ limpio. Cuando los papeles, el polvo y los chicles se acumulen y cuando eso coincida con un buen chaparr¨®n, cuando todos tengan los pies en el agua, entonces recordar¨¢n para qu¨¦ sirven las aceras".