Quiniela(s)
Los dos ¨²ltimas pel¨ªculas en concurso fueron El beso de la serpiente, coproducci¨®n franco-brit¨¢nica dirigida por el fot¨®grafo franc¨¦s Philippe Rousselet; y Felices juntos, producci¨®n de Hong Kong dirigida por el chino continental Won Kar-Wai. Son a ratos interesantes, pero nada m¨¢s. De no ser por la presencia ayer de Kiarostami y Sabor de cereza; y en los d¨ªas pasados de Gary Oldman (Nil by mouth), Ang Lee (Tormenta de hielo), Michael Haneke (Funny games), Curtis Hanson (L.A. Confidential) y Atom Egoyan (The sweet hereafter) -que ayer recibi¨® el Premio Internacional de la Cr¨ªtica junto a Manoel de Oliveira, por Viagemao principio do mundo-, este gigantesco 50? Cannes hubiera sido un festivalito, cuando por sus mareantes cifras y su capacidad de convocatoria puede acaparar cuanto le venga en gana a sus dirigentes, que este a?o se han extasiado contempl¨¢ndose el ombligo y han olvidado que los fastos y el glamour. pasan como pasa el humo, mientras el buen cine queda como queda el fuego.As¨ª que este a?o no hay la proverbial quiniela. Cualquiera las seis ¨²nicas pel¨ªculas importantes antes aludidas puede y debe llevarse la Palma de Oro, y todos callados y contentos. O, por el contrario, puede ir a parar a otras manos y aqu¨ª tendremos que asistir a otra bronca como la que se arm¨® ante la infecta Asesino(s), un glorioso abucheo total que por ahora ha callado la boca de la locuaz apisonadora chovinista francesa.
Tan es as¨ª que un peri¨®dico franc¨¦s titul¨® ayer su comentario "Deception(s)" y en un cartel¨®n publicitario de La Croisette un esgrimista del spray coloc¨® un rotundo "faciste(s)" bajo el nombre de Mathieu Kassovitz, sin olvidarnos del diagn¨®stico de "telepatologie(s)" que ha colgado al nene en su titular uno de los m¨¢s conocidos cr¨ªticos.
Claro que Mathieu Kassovitz contraatac¨® gritando: "?Ya contaba con que los burgueses ir¨ªan a por m¨ª!", que es exactamente lo que dec¨ªa Adolf Hitler cuando iba a por los burgueses, o a por los proletarios o a por quien se le pusiera delante.
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