"Me pitan porque soy extranjero"

Tras 15 a?os de alternativa y seis de triunfal carrera espa?ola, C¨¦sar Rinc¨®n, el torero de Madrid, siente que su plaza empieza a tratarle injustamente. Su ¨²ltima aparici¨®n en Las Ventas, en la corrida goyesca del 2 de mayo, se sald¨® con los primeros pitos en una decena de actuaciones, y eso parece haber dolido profundamente al h¨¦roe que sali¨® cuatro. veces seguidas por la puerta grande y cort¨® siete orejas en ocho tardes de San Isidro.Rinc¨®n torear¨¢ hoy los toros de Valdefresno y pasado ma?ana los de Samuel Flores, y dice que ha entrenado muy fuerte para su regreso a la plaza que lo encumbr¨® a la gloria y la opulencia -"Toqu¨¦ un trocito de cielo", dijo entonces- en 1991.

En tono entre crispado y c¨¢ustico, muy a 'la defensiva, pero entrando a todos los quites, el colombiano, de 31 a?os, deja claro que no se ha acomodado, que sigue exponiendo lo mismo de siempre y que muchos de los que le pitan "no entienden nada" o les influye el hecho de que es rico y de otro pa¨ªs".

Pregunta. Hay gente que dice que se ha aburguesado usted, que ya no es el mismo.

Respuesta. Ah, ?s¨ª? ?Y qui¨¦n dice eso? Es verdad que en la goyesca no estuve bien, pero fue simplemente porque un toro no me embisti¨® y el victorino era una alima?a. Humillaba, s¨ª, ?pero ad¨®nde? A los pies. Fue la primera vez que me pitaron en Madrid, y a nadie le gusta eso. Menos a m¨ª, que me he dejado el alma y el cuerpo en esa plaza.

P. Esa es precisamente la queja de sus partidarios, que no saca partido a toros parecidos a los que antes hac¨ªa faenas memorables...

R. ?Acaso se me ha ido a m¨ª alg¨²n toro sin torear? Ni uno. Y a un torero acomodado, si le sale Bastonito [el sensacional toro de Ib¨¢n al que Rinc¨®n cort¨® una oreja en 1994 tras faena intens¨ªsima y tremendo paliz¨®n], le da dos muletazos y ya no lo ve m¨¢s. Yo he triunfado mucho aqu¨ª y con toros muy distintos y dif¨ªciles, y me gustar¨ªa seguir triunfando, triunfar sin cesar. Pero ?a cu¨¢ntos toreros pitan en Madrid? A muchos. ?Y por qu¨¦ a esos nadie les busca las vueltas?

P. ?Cree que Madrid quita menos de lo que da?

R. S¨ª, creo que da m¨¢s.

P. ?Y qu¨¦ espera que le d¨¦ en las dos tardes de esta feria?

R. Voy muy ilusionado, muy preparado, supermotivado, con muchos deseos de triunfo y de que los toros ayuden un poco. Si ayudan como han ayudado en Francia...

P. ?Y si no ayudan?

R. Lo que no voy a hacer, desde luego, es decirle al toro d¨¦me usted una cornada y m¨¢teme para que la gente de Madrid se quede satisfecha con Rinc¨®n. A¨²n no ha llegado el momento de cortarme las venas. Si sale un toro que quiere cogerme, y yo lo veo -y siempre procuro estudiar bien los toros cuando salen-, suicidarme no me voy a suicidar. No voy a ser yo el primo que haga esa tonter¨ªa.

P. ?Sigue exponiendo lo mismo que antes?

R. Yo siempre he expuesto igual, hombre. Mi toreo es ¨¦se, exponer. Lo que pasa es que los enemigos son gratis. Y aunque uno crea que no hace nada para disgustar a nadie, hay mucha gente que te envidia, por ejemplo gente en el Paro que dice 'mira ¨¦se, que es de otro pa¨ªs, lo rico que es y la finca y el coche que se ha comprado'. Y entonces pitan.

P. ?Cree de verdad que influye su nacionalidad?

R. Todo influye, hombre, todo influye. El pa¨ªs, el dinero, la envidia... Cuando haces las cosas bien y el toro embiste, Madrid es una delicia, pero no todo el mundo sabe de toros en Madrid.

P. ?Quiere decir que la gente que le pit¨® es la que no entend¨ªa?

R. Eso lo dice usted. No ponga en mi boca cosas que no digo.