Los goleadores dejan el banquillo

Debe ser una moda: los goleadores se quedan en el banquillo. Como si fueran prescindibles. Ayer hubo dos casos en el Rico P¨¦rez, Maestri y Vlaovic, uno por cada equipo. Mientras ambos estuvieron sentados al lado del t¨¦cnico, el partido fue plano, entumecido. Fue saltar ambos al c¨¦sped e inyectarle unas dosis de vida a este derby valenciano de la necesidad.Con todo, de su presencia enriqueci¨® especialmente el Valencia, que gan¨® en el Rico P¨¦rez al H¨¦rcules 55 a?os despu¨¦s. Este resultado mantiene vivo al equipo de Valdano en sus opciones de UEFA, aunque sepulta al H¨¦rcules en sus deseos de permanencia.

Tras el descanso, parec¨ªa un milagro que el Valencia marcara. Y que lo hiciera el H¨¦rcules, otro m¨¢s gordo. Pero as¨ª lo entendieron ambos entrenadores, que, conscientes de la futilidad del empate, empezaron a hurgar en el banco. All¨ª encontraron lo que necesitaban: Maestri y Vlaovic. S¨®lo entonces despert¨® el encuentro.

Hubo una acci¨®n decisiva. Se marchaba Maestri y lo agarr¨® Ferreira. Era el ¨²ltimo defensa, pero el ¨¢rbitro s¨®lo le mostr¨® tarjeta amarilla. El Rico P¨¦rez, que ya se sent¨ªa maltratado por la federaci¨®n, estall¨® de indignaci¨®n. Luego sigui¨® fuera. El choque se hab¨ªa encendido definitivamente y Ortega prendi¨® la mecha. Le marc¨® el desmarque a Karpin, se march¨® como un rayo y del rebote sac¨® provecho Farin¨®s, que pasaba por all¨ª para anotar su primer gol en Primera Divisi¨®n. Se lo dedic¨® a Valdano, claro.