Empate fara¨®nico

Quien la sigue, la consigue. Egipto, un pa¨ªs donde el balonmano se vive casi como una religi¨®n, logr¨® puntuar ayer contra Espa?a por primera vez en la historia. En realidad, el empate fue un mal menor para los africanos, entrenados por Javier Garc¨ªa Cuesta, porque una extraordinaria parada de Jaume Fort evit¨® la derrota de Espa?a a pocos segundos del final. La selecci¨®n de Juan de Dios Rom¨¢n est¨¢ obligada a buscar hoy una gran diferencia de goles frente a Brasil (13.00 horas, La 2) para mantenei el primer puesto de su grupo."El equipo espa?ol defendi¨® bien, y esa es la lectura m¨¢s positiva que se puede hacer", admiti¨® Rom¨¢n. Eso es ver el vaso medio lleno porque Espa?a cometi¨® muchos errores al atacar. La expulsi¨®n de Duisheb¨¢iev a dos minutos del final, injusta porque su rival no ten¨ªa el brazo armado en el momento del agarr¨®n, fue un factor importante pero no explica por s¨ª misma el resultado.

?A qu¨¦ se debe esa diferencia de rendimiento en un equipo lleno de estrellas y aspirante al oro? A que la necesidad de pensar es m¨¢s imprescindible al atacar que al defender, y el estilo pegajoso y duro de los egipcios dificulta el raciocinio. Ni los cambios t¨¢cticos de Rom¨¢n -jugar con dos centrales, 0 con dos zurdos- ni las genialidades de Duisheb¨¢iev fueron suficientes para compensar las frecuentes p¨¦rdidas de bal¨®n provocadas por el incordio permanente de los egipcios.

Otra cosa, digna de estudio y admiraci¨®n, era el muro espa?ol. Fort hizo olvidar su inseguridad de la primera jornada con paradas electrizantes, el cuerpo de Urdangar¨ªn se convirti¨® en un front¨®n e incluso se fabricaron veloces contraataques para batir a Soliham, un buen portero que hizo jurar en hebreo a Urdangar¨ªn. Pero eso no bast¨®. Egipto confirm¨® que ya tiene al menos un pie en el club de las grandes potencias. Y no es de extra?ar: Hosni Mubarak, el presidente egipcio, supervisa personalmente la mimada planificaci¨®n de su equipo.