Yeltsin destituye por corrupto al general que aplast¨® el golpe de 1991
Konstant¨ªn Kobets, viceministro de Defensa e inspector jefe de las Fuerzas Armadas de Rusia, fue destituido ayer de todos sus cargos por el presidente Bor¨ªs Yeltsin y ser¨¢ procesado por "abuso de poder" y cohecho. La ca¨ªda de Kobets, h¨¦roe de la resistencia de los dem¨®cratas al intento de golpe de Estado de 1991 y uno de los arquitectos del nuevo Ej¨¦rcito ruso, se produce a los pocos d¨ªas de que Yeltsin anunciara una nueva campa?a contra la corrupci¨®n, algo que el l¨ªder ruso ha hecho peri¨®dicamente, aunque sin combatir realmente la ra¨ªz de este mal que azota la sociedad rusa.Kobets -que tiene el grado militar m¨¢s alto de Rusia, general de ej¨¦rcito, y ha sido condecorado con las m¨¢s altas ¨®rdenes nacionales- organiz¨® la defensa de la Casa Blanca, entonces sede de la presidencia y del Parlamento rusos, en los tr¨¢gicos d¨ªas de agosto de 1991, cuando un grupo de dirigentes conservadores de la URSS trat¨® de dar un golpe de Estado contra el entonces l¨ªder sovi¨¦tico, Mija¨ªl Gorbachov.
Los funcionarios de la fiscal¨ªa efectuaron registros en tres casas de campo, varios apartamentos y dos oficinas -en total, 12 lugares- y quedaron asombrad¨ªsimos no s¨®lo por la cantidad de los inmuebles que tienen Kobets y su familia, sino tambi¨¦n por los interiores de ¨¦stos."Las paredes est¨¢n llenas de cuadros de pintores famosos y los muebles son todos antiguos", coment¨® al respecto uno de los participantes en los registros, gracias a los cuales confiscaron "documentos financieros y otras pruebas que muestran las relaciones de Kobets con las estructuras comerciales a trav¨¦s de las cuales malversaba los medios del presupuesto".
Despu¨¦s de los registros, Kobets fue internado en el Hospital Militar Central con una crisis de hipertensi¨®n arterial.
Hace a?os que ven¨ªan apareciendo en la prensa art¨ªculos en los que se acusaba a Kobets de una serie de irregularidades financieras; pero, segun se?ala el diario Komsom¨®lskaya Pravda, "la coraza del presidente" lo proteg¨ªa de las consecuencias de sus "turbias maquinaciones". Ahora que Yeltsin ha retirado su protecci¨®n a Kobets, cabe preguntarse si esta vez el l¨ªder ruso est¨¢ decidido a combatir de verdad la corrupci¨®n.
Surgen serias dudas al respecto, ya que, como demuestra el caso de Kobets o el de Sergu¨¦i Stank¨¦vich, ex asesor de Yeltsin, la nueva campa?a afecta, al menos por el momento, a personajes ya quemados pol¨ªticamente.
Adem¨¢s, seg¨²n el prestigioso peri¨®dico Daily Kommersant, los funcionarios de la fiscal¨ªa que realizaron los registros en las propiedades de Kobets ten¨ªan intenci¨®n de hacer otro tanto en los inmuebles de P¨¢vel Grachov, ex ministro de Defensa. Sin embargo, en el ¨²ltimo momento no lo hicieron, aparentemente porque Grachov, aunque desde que fue destituido se ha mantenido al margen de la vida p¨²blica rusa, a¨²n no ha sido despojado de la coraza de Yeltsin.
La inc¨®gnita de si esta cruzada contra la corrupci¨®n no se desinflar¨¢ como las anteriores y afectar¨¢ a los numerosos altos cargos que viven muy por encima de lo que les permitir¨ªan sus ingresos oficiales es algo que se dilucidar¨¢ en las pr¨®ximas semanas.
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