Mercamadrid tendr¨¢ naves para almacenar y expender carne fresca
Al viejo matadero de Legazpi le queda s¨®lo un a?o de vida. En sus tiempos fue uno de los m¨¢s grandes de Europa y se degollaban 10.000 corderos y 1.000 vacas al d¨ªa. Ahora s¨®lo se utilizan 3 de las 15 naves existentes. Y en ellas ni siquiera se mata ya nada desde el a?o pasado. El futuro pasa por Mercamadrid, donde en 1998 estar¨¢ terminado el nuevo "centro c¨¢rnico", tampoco matadero, que servir¨¢ para que los carniceros se abastezcan de mercanc¨ªa.
En esta moderna instalaci¨®n las reses llegar¨¢n muertas ya de los mataderos de los alrededores de la ciudad. Los responsables del proyecto se reunieron ayer en un solar vac¨ªo pegado a Mercamadrid para colocar la primera piedra de lo que ser¨¢, en un a?o, "un centro c¨¢rnico". El t¨¦rmino alude a un conjunto de peque?as empresas distribuidas en m¨®dulos que almacenar¨¢n y vender¨¢n carne a los carniceros. El edificio dispondr¨¢ de 23.000 metros cuadrados y, seg¨²n los planos, tendr¨¢ un aire de factor¨ªa rodeado de autopistas.Las empresas pagar¨¢n la construcci¨®n a la empresa Ferrovial, que cobrar¨¢ 1. 500 millones de pesetas por la obra. Mercamadrid, una entidad en la que participa el Ayuntamiento (51%) y una empresa p¨²blica (49%), ceder¨¢ por 30 a?os el suelo a raz¨®n de 2.000 pesetas por metro cuadrado al a?o. El concejal socialista Leandor Crespo critica que "se deje en manos privadas lo que queda de la actividad del matadero". Con el nuevo complejo, Mercamadrid, el segundo mayor mercado de abastos de Espa?a -el primero es Mercabarna-, del tama?o de 70 campos de f¨²tbol, aprobar¨¢ su asignatura pendiente: la carne. Hasta ahora, los tenderos se abastec¨ªan, exclusivamente, de pescado y fruta.
Mero almac¨¦n
Mientras tanto, el viejo matadero municipal, construido en Arganzuela a principios de siglo en ladrillo visto (como la plaza de toros de Las Ventas), languidece esperando la riada de millones que lo conviertan en un almac¨¦n de museos. Ahora, una treintena de empresas almacena ah¨ª carne de vaca y cordero,, que llega ya troceada, en c¨¢maras de 12 grados bajo cero. En cuanto el "nuevo centro c¨¢rnico" est¨¦ terminado, estas empresas tendr¨¢n que abandonar las viejas construcciones.Todav¨ªa hay funcionarios que trabajan en el matadero. Aunque van vestidos de calle y su misi¨®n principal consiste en vigilar las enormes estructuras que en sus tiempos de m¨¢s actividad, desde los a?os veinte a los ochenta, encerraron miles de corderos, cerdos y vacas cuyo destino era una cuchillada final.
Las naves son alt¨ªsimas, grandes, con las cristaleras desguazadas, corrales a¨²n en pie y balas de paja abandonadas hace muchos a?os. Seg¨²n cuenta Jaime Delgado Garc¨ªa, de 59 a?os, empleado del matadero desde los 19, las naves son requeridas ahora sobre todo por directores de cine que persiguen decorados antiguos con aires de posguerra. Delgado, que sabe todo sobre el lugar en el que trabaja, cuenta que en los buenos tiempos. del matadero los animales llegaban ah¨ª en tren y hab¨ªa un ruido de mil demonios. Las ovejas, los cerdos y las vacas se mataban todos los d¨ªas. Los caballos, s¨®lo los jueves. El funcionario todav¨ªa recuerda cuando hace unos 30 a?os una nevada dej¨® helados a un mont¨®n de cerdos api?ados en la entrada. Y c¨®mo a las reses con nervio "les cortaban los tendones para que no se movieran".
Ahora, el funcionario espera la jubilaci¨®n y conf¨ªa en no tener que trabajar en otro sitio: "No podr¨ªa acostumbrarme". Mientras, hace planes de arquitecto aficionado para su viejo matadero: "Ser¨ªa bueno que se pusiera un Corte Ingl¨¦s, pero ?querr¨¢ venir un Corte Ingl¨¦s?". El alcalde, Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano, no cree que se construya otro matadero municipal, aunque en Mercamadrid hay terreno para ello.
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