'Diario 16' pide ayuda a sus lectores para evitar el riesgo de quiebra

Al borde del abismo y esquivando empujones. As¨ª se sienten los actuales responsables del Grupo 16 -Diario 16, Cambio 16 y Motor 16-, enfrentados a una grave situaci¨®n. Su editor, Juan Tom¨¢s de Salas, ha denunciado una campa?a para acabar con dicho grupo, encabezada por El Mundo y por la cadena COPE, a los que atribuye presiones sobre sus acreedores para evitar la firma de un convenio que permita la salvaci¨®n del grupo period¨ªstico, en connivencia con el Gobierno del PP. En su edici¨®n de ayer, Diario 16 ped¨ªa a sus lectores una ayuda econ¨®mica directa.

El Grupo 16 debe 22.000 millones, la mitad de ellos a acreedores privados, fundamentalmente un grupo de bancos. Respecto a esta parte de la deuda, ha propuesto un convenio, que debe ser ratificado hoy, por el cual se pagar¨ªa el 20% de esa deuda en 10 a?os, con tres de carencia.Seg¨²n explican Juan Tom¨¢s de Salas, el consejero delegado del grupo, ?ngel Campos y el asesor jur¨ªdico de las publicaciones, Francisco Pasar¨ªn, el futuro de las mismas depende, sobre todo, de que los bancos acepten el convenio propuesto. Si no lo aceptan, no habr¨¢ ni convenio, ni futuro para el grupo.

La lista de bancos acreedores la encabezan el BCH (1.800 millones entre deuda directa y publicitaria) y el. BBV (645 millones). "La deuda" asegura De Salas "es imposible de pagar. Fue contra¨ªda cuando el grupo ten¨ªa otra dimensi¨®n. Con la que tiene ahora, es imposible de resolver". El problema, seg¨²n De Salas es que entre los bancos no hay una opini¨®n un¨¢nime.

S¨®lo el Santander, seg¨²n el abogado Pasar¨ªn, se ha mostrado dispuesto a firmar el convenio, aunque el banco no confirm¨® ayer esta afirmaci¨®n. En el resto de la banca, las posiciones oscilan entre la duda y la negativa ratificar el acuerdo, seg¨²n fuentes bancarias.

De Salas asegura que los acreedores est¨¢n recibiendo presiones para impedir la salida de la crisis del Grupo 16. Atribuye la presi¨®n a Pedro J. Ram¨ªrez "obsesionado" con el Grupo y a la COPE, con el periodista Antonio Herrero a la cabeza. Pero achaca tambi¨¦n buena parte de la responsabilidad al Gobierno del PP, tanto al central como al auton¨®mico que preside Alberto Ruiz Gallard¨®n.

El consejero delegado del Grupo, ?ngel Campos -exresponsable de prensa de CC OO- afirma que en los ¨²ltimos meses han observado un cambio de actitud entre los acreedores m¨¢s importantes, paralela a la actitud de "silencio" adoptada por el Gobierno.

Cartas para Aznar

"Hemos mandado cartas a Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y al v¨ªcepresidente ?lvarez Cascos, explicando la situaci¨®n" a?ade Campos, "y "no hemos recibido ninguna respuesta. El ¨²nico contacto de los ¨²ltimos tiempos ha sido con la Secretar¨ªa de Estado de Comunicaci¨®n. Entregamos la propuesta de convenio de acreedores a una persona de la Secretar¨ªa de Estado hace un mes y no hemos tenido respuesta alguna".Al igual que De Salas, Campos destaca la actitud "distante y hostil" de la Administraci¨®n del PP hacia su grupo. En su edici¨®n de ayer, Diario 16 recordaba, adem¨¢s, que la Comunidad de Madrid no ha concretado las ayudas oficiales que llegaron a ser aprobadas en forma de aval y denunciaba que El Mundo se beneficia de la publicidad institucional en mayor medida que otros medios de comunicaci¨®n.El calvario financiero del Grupo 16 se inici¨® en septiembre de 1995, cuando present¨® declaraci¨®n de suspensi¨®n de pagos. Desde entonces ha habido cambios en su propiedad: el editor Jos¨¦ Luis Dom¨ªnguez traspas¨® la mayor¨ªa de sus acciones al antiguo propietario, Juan Tom¨¢s de Salas, y este ¨²ltimo asumi¨® la direcci¨®n de Diario 16. Su plantilla ha quedado reducida hoy a 350 empleados.Durante casi dos a?os, las publicaciones del Grupo 16 han conseguido sobrevivir a duras penas. Pero el momento crucial ha llegado. Hoy, los gestores de la publicaci¨®n deben acreditar en el juzgado que la mayor¨ªa de sus acreedores privados aceptan su plan para levantar la suspensi¨®n. El convenio debe ser aceptado al menos por representantes de dos tercios de la deuda. De lo contrario, s¨®lo caben la declaraci¨®n voluntaria de quiebra; la solicitud de una nueva suspensi¨®n (opci¨®n que los propios gestores califican de "irreal"); o instancia de quiebra por alg¨²n acreedor.