Los Quince rebajan sus ambiciones para acabar la reforma de Maastricht

Los Quince toparon ayer con el escollo de la reforma de la Comisi¨®n europea. La cumbre extraordinaria de la Uni¨®n Europea (UE) s¨®lo dej¨® claro que todos quieren acabar en Amsterdam la reforma del Tratado de Maastricht, pero ha quedado en cuesti¨®n la ambici¨®n de ese cambio. Los grandes cedieron ante los peque?os: la Comisi¨®n no se reducir¨¢ hasta que haya ampliaci¨®n, m¨¢s all¨¢ del a?o 2000.

Los peque?os tambi¨¦n cedieron: Luxemburgo, un pa¨ªs muy simb¨®lico, dio el primer paso para aceptar que el voto en el Consejo de Ministros refleje mejor la poblaci¨®n de cada socio."Todos se han declarado dispuestos a acabar en Amsterdam [el 17 de junio] y no con poca ambici¨®n. El Reino Unido tambi¨¦n lo ha subrayado", afirm¨® al t¨¦rmino de las reuniones el ministro de Exteriores holand¨¦s, Hans van Mierlo. Todos corroboraron sus palabras, desde el canciller Helmut Kohl hasta Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar.

"Ha sido una reuni¨®n muy agradable y con buen humor, algo que siempre es importante", afirm¨® el presidente franc¨¦s, Jacques Chirac. Pero detr¨¢s de ese buen ambiente general se escud¨® una lucha a cara de perro por los intereses nacionales. Ni siquiera la eterna sonrisa de Tony Blair y el nuevo talante del Reino Unido hacia los asuntos europeos bastaron para que de la cumbre saliera un claro impulso para acabar con ¨¦xito la Conferencia Intergubernamental (CIG), que dura ya 14 meses.

Los Quince destinaron casi todo su tiempo a hablar de la reforma de la Comisi¨®n europea. No hubo acuerdo. S¨®lo el pacto t¨¢cito de dejar ese problema para m¨¢s adelante. Ante la falta de consenso, Kohl propuso mantener los 20 comisarios actuales hasta que llegue la ampliaci¨®n, en el a?o 2000. Francia le apoy¨® de inmediato. Tambi¨¦n Espa?a. Los peque?os se sumaron a la demora, encabezados por B¨¦lgica. As¨ª mantendr¨¢n su comisario. Los grandes, que aceptaban sacrificar uno de los suyos para reducir los comisarios a 10 o 12, seguir¨¢n con dos. Pero aplazar el problema dificulta la entrada de nuevos socios, y la reforma de Maastricht deb¨ªa, sobre todo, adaptar las instituciones a una Uni¨®n ampliada.

Los pa¨ªses grandes van a intentar capitalizar esa concesi¨®n para obtener una mejora de su representaci¨®n en los votos del consejo, uno de los temas m¨¢s delicados porque la extensi¨®n de la toma de decisiones por mayor¨ªa cualificada en lugar de unanimidad aumenta la importancia de la formaci¨®n de mayor¨ªas y minor¨ªas de bloqueo. Todos los grandes pidieron mejorar su voto. "Queremos recuperar el equilibrio que exist¨ªa en la Uni¨®n de 12 socios", reclam¨® Aznar. El espa?ol record¨® que con la ampliaci¨®n s¨®lo ingresar¨¢ un pa¨ªs poblado, Polonia, y que la proporci¨®n actual aumentar¨ªa el peso de los pa¨ªses peque?os en el consejo.

"La reponderaci¨®n es conflictiva", advirtieron el belga Jean-Luc Dehaene y el portugu¨¦s Antonio Guterres. Pero Jean-Claude Junker, el prestigioso primer ministro del pa¨ªs m¨¢s peque?o, Luxemburgo, abri¨® el camino a la reforma al admitir que la mayor¨ªa cualificada se obtenga con una representaci¨®n de entre el 60% y el 65% de la poblaci¨®n. Se acerca a los l¨ªmites que exige Espa?a (70%) y se perfila como el compromiso.

La falta de acuerdo sobre la Comisi¨®n -o mejor, un acuerdo de mantener el statu quo- resulta un mal augurio para la consecuci¨®n de grandes logros en los otros cap¨ªtulos abiertos, que ayer apenas se tocaron. Se habl¨® poco de una de las piedras angulares de la reforma: la flexibilidad, o de c¨®mo los que quieren avanzar puedan hacerlo sin arrastrar a los dem¨¢s. Apenas de pol¨ªtica exterior, pese a que Chirac asegur¨® que "habr¨¢ M¨ªster PESC, aunque no sabemos en qu¨¦ contexto". S¨®lo se apunt¨® de puntillas el principio de que hay que ampliar el n¨²mero de decisiones a tomar por mayor¨ªa.