Polonia refrenda hoy una Constituci¨®n moderna previa a su entrada en la OTAN
ENVIADO ESPECIALCon el pronunciamiento hoy de los polacos sobre una Constituci¨®n que ha consumido a?os de batallas pol¨ªticas en el Parlamento, comienza una larga temporada de opciones hist¨®ricas, cuyos otros mojones son la previsible invitaci¨®n al pa¨ªs m¨¢s grande y poblado de la Europa ex comunista a que se una a la OTAN y las decisivas elecciones generales de septiembre. Entre medias, una larga visita papal que comienza este mes y la ratificaci¨®n de un concordato que tambi¨¦n ha estado en el horno durante a?os.
El Gobierno (una coalici¨®n de dos partidos poscomunistas) ha tenido buen cuidado para sentenciar la consulta popular sobre la Constituci¨®n antes de la llegada de Juan Pablo II, evitando as¨ª que el Pont¨ªfice polaco se viera inmerso en el combate que ha precedido al refer¨¦ndum.
En el cargado ambiente polaco, lastrado por hist¨®ricas divisiones sociales, la aprobaci¨®n de la ley fundamental destinada a instalar al pa¨ªs en la modernidad institucional se ha convertido en un argumento pol¨ªtico de peso, en la primera escaramuza de los comicios de septiembre. Los partidos derechistas sin representaci¨®n parlamentaria, agrupados en torno a la Alianza Electoral de Solidaridad (nada que ver ya con el movimiento que provoc¨® la ca¨ªda del comunismo) han pedido el boicoteo a la votaci¨®n o el no a una ley fundamental que consideran hija de la voluntad de los "comunistas" que gobiernan el pa¨ªs.
Herencia comunista
Las discusiones sobre una nueva Constituci¨®n comenzaron con la ca¨ªda del comunismo, en 1989. Los mecanismos del funcionamiento del Estado se rigen todav¨ªa en Polonia -firme candidato a la integraci¨®n en las estructuras econ¨®micas y militares eurooccidentales y "milagro econ¨®mico" regional por excelencia- por una versi¨®n modificada en 1992, conocida como "peque?a constituci¨®n", de la ley fundamental comunista de 1952. En el Parlamento polaco, dominado desde 1993 por una coalici¨®n entre antiguos comunistas se han sucedido durante a?os encendidos debates sobre el papel de las creencias religiosas, el estatuto del aborto o la delimitaci¨®n de poderes entre el Legislativo y la presidencia.La Carta Magna asegura la neutralidad confesional del Estado, pese a una inevitable referencia a Dios en el pre¨¢mbulo ("...todos los ciudadanos de la Rep¨²blica, quienes creen en Dios como el origen de la verdad, la justicia... y quienes no comparten esta fe y extraen de. otras fuentes estos valores universales...") y delimita sin ambig¨¹edades las competencias de sus tres poderes. Se proh¨ªben partidos nazis, comunistas o fascistas.
La Iglesia cat¨®lica, todav¨ªa un poder f¨¢ctico en la Polonia de Final de siglo, ha acabado avini¨¦ndose con un texto que, si no le satisface, abre al menos definitivamente la puerta a la esperada ratificaci¨®n del concordato entre Varsovia y la Santa Sede. Su portavoz, Tadeusz Pieronek, dec¨ªa ayer a EL PA?S que "la Constituci¨®n no es el mejor documento, pero es el mejor que se puede esperar, habida cuenta de quienes gobiernan. Se puede vivir con ella", conclu¨ªa el secretario de la Conferencia Episcopal, quien admite que muchos sacerdotes han hecho desde el p¨²lpito campa?a contra la nueva ley fundamental. La Iglesia ha obtenido importantes concesiones, pero seg¨²n Pieronek no dos fundamentales: "La Constituci¨®n no protege suficientemente la vida humana" (es decir, no prohibe el aborto) y "limita los derechos de los padres a escoger la educaci¨®n de sus hijos".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.