Simulacro de corrida
Visto lo ocurrido en el ruedo los aficionados salieron convencidos de que no hab¨ªan sido testigos de una corrida de toros. El espect¨¢culo fue un simulacro. Faltaron los toros que, aun presentes, m¨¢s vale que hubieran tomado el camino de un centro parapl¨¦jico para su urgente recuperaci¨®n.El p¨²blico en general s¨ª entendi¨® que hubo toros. Poco m¨¢s y proclama h¨¦roes a dos de los matadores, convencido de su arrojo, su valor y su temeridad ante los animales. Hubo hasta regalos de orejas. Ante tanta minusval¨ªa todo el personal que andaba por el callej¨®n tuvo que echar mano del curso de primeros auxilios y prestarse a interpretar un nuevo papel: el enfermero torero. Una nueva modalidad taurina, cada vez m¨¢s arraigada, que tiene como objetivo mantener al toro de pie durante 20 minutos para luego matarlo a espada.
Gonz¨¢lez / Litri, Jesul¨ªn, Tom¨¢s
Cinco toros de Gonz¨¢lez S¨¢nchez-Dalp y uno (2?) de Manolo Gonz¨¢lez, inv¨¢lidos, sin casta, manejables. Un sobrero de la ganader¨ªa titular, inv¨¢lido como sus hermanos.Litri: ovaci¨®n y oreja. Jesul¨ªn de Ubrique: aviso y silen+cio; oreja. Jos¨¦ Tom¨¢s: ovaci¨®n en los dos. Plaza de Los Califas, 28 de mayo. Un cuarto de entrada.
As¨ª, entre otros, los areneros alisaban el albero para que los "malditos chinos" no hicieran tropezar a los toros; el presidente aligeraba los cambios de tercio; y los matadores, como cualificados doctores, interven¨ªan al toro in situ con el instrumental propio. Eso s¨ª, como aparentaban ser toros, nadie les perd¨ªa el respeto. Los doctores en sus faenas tomaron ventajas il¨®gicas en semejante simulacro.
Orejas
Los aficionados, con raz¨®n, salieron disgustados. Hab¨ªan pagado como corrida de toros la presencia en un curso de primeros auxilios. El p¨²blico, mira por d¨®nde, se lo pas¨® en grande. Aclam¨® los unipases, vaciar los muletazos hacia afuera, citar con el pico, los bajonazos... Y a las primeras de cambio sacaba los pa?uelos y ped¨ªa las orejas.
Daremos fe que se lidi¨® una corrida de Gonz¨¢lez S¨¢nchez-Dalp de la que dieron cuenta Litri, Jesul¨ªn y Tom¨¢s. Litri aprovech¨® el pit¨®n derecho de su segundo para sacar dos tandas en redondo. Como el toro se le par¨®, le arre¨® tres muletazos de rodillas al inv¨¢lido, consiguiendo caldear al p¨²blico y enfadar a los aficionados. Una eficaz estocada le permiti¨® tocar pelo. Jesul¨ªn no especul¨® con otras posibilidades. Vio el "rotundo triunfo" de Litri y sigui¨® su mismo camino. Se ech¨® encima del toro y all¨ª le fue sacando los pases con cuentagotas. No est¨¢ en buen momento.
Jos¨¦ Tom¨¢s es de otra l¨ªnea. Tiene un concepto del toreo diferente y bien que se not¨® en sus faenas. Quiere llegar a los tendidos por el camino l¨®gico. Huye de los arrimones y de los tremendismos. Muchas eran las ilusiones de Jos¨¦ Tom¨¢s tras su ¨¦xito de Madrid. Aqu¨ª, en C¨®rdoba, los toros se lo impidieron.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.