El Gobierno pidi¨® en vano clemencia para el espa?ol condenado a muerte en EE UU
El Gobierno espa?ol pidi¨® la pasada semana al juez norteamericano Rogers Padgett clemencia para Joaqu¨ªn Jos¨¦ Mart¨ªnez, el espa?ol declarado culpable del asesinato de una pareja en Tampa (Florida). Pero la gesti¨®n de Miguel D¨ªaz Pache, c¨®nsul espa?ol en Miami, fue en vano. Padgett termin¨® firmando la sentencia que condena a Mart¨ªnez a morir en la silla el¨¦ctrica. Mart¨ªnez, inscrito con toda regularidad como ciudadano espa?ol en el registro del consulado de Miami, se declar¨® inocente durante el juicio.
El pasado viernes, d¨ªa 23, Miguel D¨ªaz Pache viaj¨® de Miami a Tampa para entregarle al juez Rogers Padgett un escrito en el que el Gobierno espa?ol le solicitaba clemencia para Joaqu¨ªn Jos¨¦ Mart¨ªnez. Entre los motivos aducidos figuraba que el doble asesinato que se le imputa fue un acto sin relaci¨®n con su personalidad habitual, que todos sus familiares.y amigos coinciden en describir como la de un buen hijo, un buen padre, una persona trabajadora, con sentimientos religiosos cat¨®licos y sin antecedentes criminales.En el momento en que el consul hac¨ªa la solicitud, un jurado de Tampa ya hab¨ªa recomendado, por nueve votos a favor y tres en contra, la pena capital para Mart¨ªnez, pero Padgett a¨²n no hab¨ªa ratificado esa decisi¨®n. Sin embargo, el juez acept¨® el martes d¨ªa 27 la petici¨®n del jurado y conden¨® a Mart¨ªnez a la ejecuci¨®n en la silla el¨¦ctrica por el asesinato, en octubre de 1995, de Sherry McCoy Ward.
Padgett estim¨® que el reiterado apu?alamiento por la espalda de esa mujer fue "particularmente odioso, atroz y cruel". El juez tambi¨¦n conden¨® al espa?ol a cadena perpetua por la muerte a tiros de Douglas Ray Lawson, novio de Ward.
Una disputa por un dinero que Lawson deb¨ªa a Mart¨ªnez fue el origen del suceso.
Este peri¨®dico ha podido saber que la principal prueba incriminatoria contra Mart¨ªnez fue aportada durante la vista por su ex mujer, de la que no ha trascendido la identidad.
Dos cadenas perpetuas
La diplomacia espa?ola, que efectu¨® sus gestiones a favor de Mart¨ªnez en el mayor secreto, sugiri¨® al juez que no dictara la pena de muerte y le condenara en el peor de los casos a dos condenas a perpetuidad consecutivas, lo que, en el ordenamiento norteamericano, implica un m¨ªnimo de 50 a?os de reclusi¨®n.Exteriores inform¨® ayer que el ministro, Abel Matutes, est¨¢ "siguiendo muy de cerca" el caso de Mart¨ªnez. Fuentes del ministerio dijeron ayer a Servimedia que, si las gestiones realizadas hasta ahora no dieran resultado, el propio presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, hablar¨ªa con su hom¨®logo norteamericano Bill Clinton. No obstante, en ocasiones anteriores, ni la intervenci¨®n del papa Juan Pablo II evit¨® el cumplimiento de una sentencia a muerte.
Mart¨ªnez, nacido en Guayaquil (Ecuador) en 1971, es hijo de un espa?ol y una ecuatoriana y ha sido siempre muy puntilloso en la conservaci¨®n de su nacionalidad espa?ola. En la actualidad, estaba regularmente inscrito como espa?ol en el consulado de Miami y renovaba sus pasaportes con puntualidad. Pero su obsesi¨®n y la de su familia por conservar los v¨ªnculos con Espa?a ven¨ªa de mucho antes. Ya en 1983, cuando s¨®lo ten¨ªa 12 a?os, fue inscrito por su padre, Jos¨¦ Joaqu¨ªn S¨¢nchez, en la Embajada de Quito (Ecuador). Unos a?os m¨¢s tarde, en 1987, el ahora condenado qued¨® registrado como espa?ol en el consulado de Nueva York y en 1993 en el de Miami.
No obstante, su familia no avis¨® inmediatamente a las autoridades espa?olas de su detenci¨®n, a cargo de agentes del sheriff del condado de Hillsborough, en la bah¨ªa de Tampa. S¨®lo cuando las cosas empezaron a ponerse muy feas, el padre del detenido reclam¨® la atenci¨®n consular espa?ola.
En la fecha del doble asesinato, Mart¨ªnez, divorciado y con dos hijos, trabajaba como empleado de una compa?¨ªa telef¨®nica de las que operan en Florida. Fuentes diplom¨¢ticas espa?olas han confirmado que lo hac¨ªa legalmente y que tenla en orden su tarjeta de residente. Antes de instalarse en Florida hab¨ªa pasado muchos a?os en Nueva York con sus padres.
Mart¨ªnez es el ¨²nico espa?ol de los 3.200 personas que esperan la ejecuci¨®n en los denominados corredores de la muerte de las prisiones norteamericanas, 400 de ellas en Florida, un Estado que emplea la silla el¨¦ctrica. En los pr¨®ximos d¨ªas los alguaciles lo trasladar¨¢n desde la c¨¢rcel de Tampa a la prisi¨®n estatal, situada en Raiford, donde se encuentran el corredor de la muerte y la silla el¨¦ctrica.
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