La nueva mayor¨ªa

LOS PEORES augurios sobre la direcci¨®n que est¨¢ tomando el Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar quedaron confirmados ayer en la votaci¨®n de la llamada ley del f¨²tbol. El Partido Popular, gracias a los votos de Izquierda Unida, consigui¨® aprobar una ley confiscatoria, que expropia sin indemnizaci¨®n los derechos de retransmisi¨®n de f¨²tbol por televisi¨®n con car¨¢cter retroactivo. Vulnera con ello un principio de seguridad jur¨ªdica recogido en todo Estado de derecho, la propia Constituci¨®n Espa?ola y, por supuesto, los principios y normas que rigen en la Uni¨®n Europea. Y lo hace, adem¨¢s, gracias a una s¨²bita reversi¨®n de alianzas y a la aparici¨®n de una nueva mayor¨ªa conservadora y comunista, en la que el PP pierde toda traza de liberalismo y centrismo y el anguitismo aporta, incluso en forma de enmienda confiscatoria, el estatalismo m¨¢s depredador.La reacci¨®n alarmada. de Converg¨¨ncia i Uni¨®, de Coalici¨®n Canaria y de Iniciativa per Catalunya, y las cr¨ªticas que ha suscitado entre los diputados m¨¢s aperturistas de Izquierda Unida, invalida la interpretaci¨®n difundida por el PP de una batalla entre intereses privados y de una supuesta instrumentalizaci¨®n partidista por parte de la oposici¨®n. La actitud del Grupo Popular ayer en el Congreso de los Diputados y las facilidades suministradas desde la propia presidencia del Congreso para sacar adelante la ley por encima de cualquier consideraci¨®n jur¨ªdica o reglamentaria permiten concluir que el Gobierno se halla en una fuga hacia adelante que sienta un inquietante antecedente para la futura tarea parlamentaria. ?Ser¨¢n estos m¨¦todos los utilizados para aprobar el Presupuesto de 1998, que debe conducir a Espa?a a la Uni¨®n Econ¨®mica y Monetaria? ?Son ¨¦stos los m¨¦todos y las ideas que el Gobierno de Espa?a quiere aportar a su visi¨®n de Europa, del mercado ¨²nico y de las libertades que lo configuran? ?Es Anguita el socio que har¨¢ posible el cumplimiento de los criterios de Maastricht? A esta pinza contra natura se la conoce como pacto a la griega, y ya se sabe c¨®mo termin¨®.

El desenfado con el que el PP est¨¢ interviniendo en la vida econ¨®mica de las empresas audiovisuales constituye. tambi¨¦n un antecedente p¨¦simo del que deber¨¢n tomar buena nota todos los ciudadanos e instituciones preocupados por la libertad de empresa, o partidos como el Nacionalista Vasco, que ha aportado el voto de sus parlamentarios atendiendo a los r¨¦ditos particulares extra¨ªdos de su privilegiada relaci¨®n con Aznar. Pero tambi¨¦n deber¨¢ hacerlo cualquier ciudadano preocupado llanamente por las libertades p¨²blicas, conjunto indisociable de pr¨¢cticas y principios sobre los que no es posible separar una sola sin detrimento de todas. No es ya que las libertades est¨¦n en peligro en Espa?a, sino que han empezado a sufrir una erosi¨®n bien tangible y concreta desde la votaci¨®n de ayer en el Congreso.

Menci¨®n especial del caos econ¨®mico que introduce la ley son las consecuencias que tiene en el ¨¢mbito deportivo. Por m¨¢s que la ley declare la voluntad inconcreta de preservar la "estabilidad econ¨®mica" de los clubes, la confiscaci¨®n de los derechos de retransmisi¨®n produce unos efectos en cadena que afectar¨¢n a todos, desde los contratos firmados entre equipos y jugadores hasta la cesi¨®n de los derechos de los clubes a las empresas audiovisuales. Deber¨¢ decir el Gobierno c¨®mo va a financiar estas p¨¦rdidas de ingresos o c¨®mo lo vamos a pagar todos los espa?oles de nuestro bolsillo, incluso aquellos que abominan del f¨²tbol.

El objetivo de esta ley no es dar m¨¢s f¨²tbol en abierto como se proclama, sino favorecer descaradamente a la plataforma que impulsa el Gobierno y obstaculizar a Canal Sat¨¦lite Digital, que ya emite con ¨¦xito. Se pretende as¨ª obligar a esta ¨²ltima a negociar, tanto sobre derechos del f¨²tbol como sobre descodificadores, en condiciones ventajosas para la plataforma gubernamental, creada a toda prisa en defensa de intereses particulares y antidemocr¨¢ticos. La posici¨®n de la Comisi¨®n Europea, que ayer recibi¨® a representantes de las dos plataformas y aval¨® la legalidad de los, descodificadores prohibidos por el Gobierno, descalifica de nuevo la actitud intervencionista del PP y sus intentos de poner barreras a la libre circulaci¨®n de mercanc¨ªas y servicios en el mercado interior europeo.

La enorme inversi¨®n de esfuerzos pol¨ªticos desplegados por el Gobierno para dictar normas al mercado audiovisual y conceder a sus amigos la titularidad de las empresas responde a una visi¨®n autoritaria de la sociedad que s¨®lo encuentra emulaci¨®n en el autoritarismo de su nuevo socio de mayor¨ªa parlamentaria, IU, con el que ha formado la pinza, abusando as¨ª del pacto de investidura que posibilit¨® CiU. Una maniobra de esta catadura no puede llegar a feliz t¨¦rmino sin que la confianza mutua se quiebre seriamente y sin que la propia confianza internacional quede tambi¨¦n afectada.