Estupor
Las declaraciones del subsecretario de la presidencia argentina, don Ricardo Romero, referidas al asunto de los desaparecidos espa?oles y la actuaci¨®n del juez Garz¨®n -publicadas en su diario el domingo 25 de mayo-, me llenaron de estupor. Creo que las palabras del portavoz del Gobierno argentino est¨¢n dictadas por el oportunismo pol¨ªtico frente a la coyuntura actual, si no por cierto cinismo, porque decir que el juez Garz¨®n es responsable de "remover" el dolor de los argentinos es olvidar que ese dolor lo produjo la brutal dictadura que tuvimos que sufrir durante tantos a?os.Los muertos, los desaparecidos, el exilio, la destrucci¨®n de miles de hogares, la flagrante violaci¨®n de todos los derechos individuales, de la Constituci¨®n y de las leyes, todo eso es la cuesti¨®n principal: todos esos actos que han quedado impunes, entre otros, gracias a las leyes de Punto Final y de Obediencia Debida del Gobierno anterior y los indultos de ¨¦ste. Y eso repugna a toda conciencia democr¨¢tica, a todo aquel que quiere justicia en su pa¨ªs.
Entiendo por qu¨¦ el se?or Romero quiere el silencio y critica el "arranque espasm¨®dico de verdad y justicia sobre hechos ya juzgados por los tribunales argentinos". Ser¨ªa bueno que nos dijera los resultados de los juicios a Astiz, Massera, Meri¨¦ndez y a otros cientos de valientes militares que asesinaron a su pueblo en nombre de Dios y de la democracia. M¨¢s all¨¢ del af¨¢n protagonista del juez Garz¨®n -asunto en el cual no entro-, me parece que esto es secundario en relaci¨®n a los cr¨ªmenes cometidos por la dictadura que han quedado sin castigo y que el se?or Romero dice que son ya cosa juzgada.
Habla del desconocimiento de Garz¨®n sobre la soberan¨ªa jur¨ªdica argentina. Que sepa el funcionario que en Espa?a y en el mundo hay una jurisdicci¨®n que permite juzgar a los asesinos en cualquier parte del mundo cuando se trata de cr¨ªmenes de lesa humanidad. Mientras todo el mundo civilizado ha condenado a estos criminales, el se?or Romero se limita a decir que es asunto de "soberan¨ªa nacional", levantando y agitando el sentimiento nacionalista, desgraciadamente tan usado en nuestro pa¨ªs.
Creo que frente a estos hechos deber¨ªa permanecer en silencio, en un vergonzante silencio.- .
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