El andaluz Rivero se declara "un fabulador" m¨¢s que un novelista

"Me considero un fabulador, un abuelo prematuro que cuenta historias a los ni?os que llevamos dentro". De este modo se autodefine Francisco Rivero tras publicar El a?o solar (Ediciones B), Su segunda novela, que llega avalada por las buenas cr¨ªticas de la anterior, Los d¨ªas del Sur. Ambas forman parte de una trilog¨ªa de este escritor sevillano que ejerce como catedr¨¢tico de Literatura en un instituto de ense?anza securidaria. Su editor, Enrique de H¨¦riz, calific¨® El a?o solar de "novela preciosista y r¨²stica" tras subrayar el "trabajo de orfebre" de Rivero.Con el inequ¨ªvoco paisaje de fondo del campo andaluz, Rivero ambienta su novela en Matabueyes, un pueblo imaginario lleno de personajes donde se confunden la realidad y la ficci¨®n. Algunos cr¨ªticos han llegado incluso a evocar el Macondo de Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez para definirla prosa de este novelista.

"No me puedo sustraer a mis ra¨ªces", remarc¨® ayer el autor," y aunque quisiera entrar en la literatura urbana, por las grietas del asfalto saldr¨ªan los matojos". Francisco Rivero mostr¨® un cierto desd¨¦n por esas novelas que transcurren en las grandes ciudades y reivindic¨® un estilo rural. "No obstante", coment¨®, "el Sur que aparece en El a?o solar no est¨¢ hermoseado ni poetizado, sino que Matabueyes aparece retratado en toda su brutalidad".

Con un verbo barroco y chispeante, el novelista andaluz puso un templo ilustrativo para

ei establecer las diferencias que observa entre la ciudad y el campo."Los veterinarios", afirma, "son una profesi¨®n de la ciudad. Cuando en un pueblo enferma un animal, se le mata y, ya est¨¢".